La ruta 41-B vuelve a la colonia Monte Blanco donde mareros les impidieron acceso por años

La ruta 41-B vuelve a la colonia Monte Blanco donde mareros les impidieron acceso por años

La ruta 41-B que hace recorridos entre Soyapango y el centro de San Salvador, ha vuelto a ingresar a la colonia Jardines de Monte Blanco donde pandilleros se los impedían desde hace unos ocho años. La amenaza de maras generó problemas de movilidad a los pobladores que tenían que caminar varias cuadras en busca de transporte.

El asedio de los mareros llegó en años anteriores, al punto de restringir el ingreso de ciudadanos que no eran residentes del lugar o que llegaban a visitar a sus parientes. Como sucedía en otras colonias, los criminales desconfiaban de toda persona extraña a ellos, pues pensaban que se trataba de mareros contrarios o de informantes de la Policía.

Por años, la colonia Monte Blanco fue el centro de la disputa entre pandillas rivales, pues al oriente colinda con la urbanización Bosques del Río donde delinque la pandilla 18; al poniente limita con la colonia Guayacán donde criminales de la Mara Salvatrucha operaban. Todas están conectadas, al oriente, por el río Las Cañas, que divide los municipios de Soyapango e Ilopango, pero que también se había vuelto zona limítrofe territorial entre esos grupos terroristas.

«No los dejaban entrar a la colonia, a los pandilleros no les gustaba porque supuestamente es una ruta que también circula en zonas donde hay [mareros] rivales», explicó un ciudadano.

Otros pobladores dicen estar sorprendidos que desde hace algunos meses con la entrada en vigencia del régimen de excepción, las cosas cambiaron rápido y los pandilleros o huyeron o fueron capturados y de nuevo las unidades de transporte colectivo entran y salen de la colonia sin problemas alguno. «Después de más de ocho años hemos vuelto a ver un microbús entrar», comentó una usuaria.

La misma fuente relató que «la ruta 41-B dejó de entrar aquí por problemas con la delincuencia, los ´muchachos´ no la dejaban entrar, para los que vivimos aquí ha sido tedioso al punto de tener que aprendernos los horarios de otra ruta para poder transportarnos o caminar 20 minutos cuesta arriba para abordar otro microbús».

«Era preferible caminar rapidito para ver en qué más se podía viajar», recordó un vecino. Hoy la situación es totalmente diferente.

Los pobladores consideran que la presencia de policías y soldados, así como los registros en viviendas que las autoridades efectúan en busca de delincuentes ha sido clave para poner tras las rejas a cabecillas y colaboradores de pandillas.

«El cambio es evidente, lo podemos ver no solo en esta colonia, sino en otras de Soyapango que como nosotros tenían el mismo problema de pandillas», manifestó Jorge, otro ciudadano.

 

La ruta 41-B vuelve a la colonia Monte Blanco donde mareros les impidieron acceso por años