Rosa Venus, el jabón chiquito del amor

Rosa Venus, el jabón chiquito del amor

La famosa frase "hueles a jabón chiquito" ya es parte del icónico jabón de tocador Rosa Venus, la pequeña pastilla, rosa o blanca, que se ha convertido en el sello de los hoteles de paso.

Sin embargo, el uso de este jabón se da principalmente en los hogares mexicanos. La Corona, empresa fundada en 1920 es la creadora de varios productos de limpieza que los mexicanos usan a diario, como son el jabón Zote, Roma, Foca y 1,2,3; uno de ellos, el Rosa Venus.

Este último comenzó a producirse en 1950 como competencia a los jabones que empresas como Colgate sacaron al mercado, los cuales tenían calidad, pero eran muy caros, por lo que Don Esteban González Padilla, fundador de La Corona, tuvo la idea de crear un jabón de tocador de gran calidad, pero a un menor precio, con el eslogan: “un jabón tan bueno como los demás, pero a un precio justo”.

Parte de la ventaja económica del Rosa Venus eran dos; la primera que el jabón carecía de envoltura y se vendía “suelto”, los tenderos lo almacenaban en peceras; la segunda es que a diferencia de otros jabones que en promedio eran de 100 gramos, el Rosa Venus era de 20 y 30 gramos, por lo que era más pequeño que los demás, un aspecto que llamó la atención del sector hotelero.

Cuenta con cinco distintos tamaños 25, 50, 100, 150 y 200 gramos, con tres presentaciones: rosa, blanco y antibacterial.

De la producción de la fábrica, solo el 15 por ciento es para los moteles, el resto se vende para hogares y el más solicitado es el rosa de fragancia floral.

A pesar de ello, los principales consumidores de Rosa Venus son de uso doméstico, aseguran que alrededor de un 85% del consumo es para los hogares, mientras que el sector hotelero representa un 15%; asimismo ofrecen otro jabón para este sector llamado Jabón Tersso, sin embargo, prefieren al Rosa Venus.

Rosa Venus, el jabón chiquito del amor