Cada agente de Aduanas aplicaba su criterio y ejercía su poder para trabar el trámite que fuera.
"Yo quiero pagar mis impuestos, no pido favores, ni quiero dar mordida, tampoco quiero contrabandear, eran los sollozos de todo mundo".
"Pues aquí le vamos a decomisar su mercadería hasta que usted nos presente hasta la virginidad de un burro mexicano" decía el agente aduanero.
Hace un par de días llegó una nueva directora a ADUANAS que llega de empresa privada y como ella dice " El Salvador necesita soluciones y plata para solventar compromisos”.
No dice vamos hacer porque eso suena a pajas chucas. Ella dice ya desde ahorita estamos reestructurando y haciendo una reingeniería de todo el sistema Aduanal. Ya cambiamos a gente que dejó el FMLN que solo generaba problemas y no le daba al cliente su debida atención.
Es gente que viene al país a dejar plata y no hay que tratarla mal y mucho menos no darle soluciones.
Estamos optimizando todos los recursos para ser un gran ejemplo regional agregó la nueva directora de Aduanas