Escrito por Teresa Andrade
“Divide y vencerás”, dice una de las premisas básicas de todo estratega. Nayib Bukele, el presidente electo, lo aprendió muy bien en su primera semana después de que le entregaron las credenciales. Una propuesta para reorientar la mitad de un préstamo para construir un nuevo edificio legislativo provocó un sisma en ARENA que los dejó con más fisuras, tras la debacle electoral que tuvieron en las presidenciales.
Todo inició el pasado 14 de febrero que el presidente de la Asamblea Legislativa, Norman Quijano, insistió en que se construyera el nuevo recinto legislativo para resguardar a los más de 2,000 empleados. “Si eso representa costo político, yo lo voy a asumir", sentenció, luego de que un sismo a inicios de febrero dejó más daños en el inmueble.
Tras haber sido investido como presidente electo, un anuncio en Twitter el 16 de febrero fue la primera acción de Bukele en una verdadera afrenta pública a Quijano.
"Este lunes enviaré a la asamblea legislativa una pieza de correspondencia que propondrá reorientar 16 millones de dólares (la mitad de lo que se usará en la construcción del nuevo edificio de la asamblea) a la construcción de 50 nuevas escuelas modelo, incluyendo 5 de artes y 14 bibliotecas, una por cada departamento", publicó el mandatario electo la noche del sábado.
La afrenta pública fue respondida por Quijano en sus redes sociales, quien le explicó que los fondos no podían reorientarse pues aún no han sido incorporados al presupuesto. Le sugirió que si quería hacer algo por la educación tomara parte de los fondos del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) cuando llegue a la Presidencia para hacerlo.
Lo de Quijano fue un “lineazo” de la fracción tricolor que, por lo general, actúa como bloque. Sin embargo, esta ocasión las fisuras que habían dejado los resultados electorales del 3F habían hecho mella en algunos que ya habían criticado, sin contemplaciones, a la cúpula tricolor.
Felissa Cristales, una diputada que llega por primera vez como legisladora, fue la primera en dar su respaldo a Bukele, ante la mirada de sus propios correligionarios, quienes ya se habían mostrado en su contra por llamar “dinosaurios” a figuras sagradas como Alfredo Cristiani.
A ella, pronto se sumaron otros diputados primerizos que también enfilaron sus dardos contra la dirigencia de su partido: Milena Mayorga y Arturo Magaña.
Luego, se sumó Gustavo Escalante, quien ha logrado un escaño gracias al trabajo político y al espaldarazo de Milagro Navas, una de las veteranas alcaldesas de ARENA, quien trabajó de cerca con Carlos Calleja en la pasada campaña presidencial.
Así, sin más, los cuatro legisladores dijeron que se sumarían a la propuesta de Bukele, por estar orientada al beneficio de la población y de la educación. El daño estaba hecho.
Tras perder la Presidencia por primera vez, ARENA sufrió su primera división. En octubre de 2009, 12 diputados encabezados por Guillermo Gallegos renunciaron a la fracción y ya para 2010 ya habían fundado un partido nuevo: GANA. Desde entonces, el fantasma del transfuguismo persigue cada legislatura.
Luego de esa ocasión, sufrió un par de pérdidas más, la última se produjo en la legislatura 2012-2015. Sin embargo, desde entonces cada vez que hay disidencia o voces críticas fuertes, el temor sigue latente. Hoy parece que el viejo fantasma ha aparecido.
El vicepresidente de ideología de ARENA, Rolando Alvarenga, lo ha dejado entrever en sus últimas participaciones en entrevistas. Ha dicho temer que pase lo inevitable con estos diputados que insisten en apoyar una propuesta de su más acérrimo enemigo político, a quien su presidente Mauricio Interiano muchas veces acusó de mentiroso y demagogo.
El apoyo público de los cuatro disidentes se hizo de manifiesto cuando los cuatro firmaron la pieza que GANA presentó en respaldo a su presidente electo y hasta salieron en la foto.
ARENA de inmediato reaccionó y con estatutos en manos, y a puerta cerrada interpeló a los legisladores, aunque no se habló de sanción.
Con pasos cautelosos, ARENA trata de que ese techo de vidrio no termine de explotar una crisis interna que se ha dejado en evidencia desde las internas en las que Javier Simán perdió ante Calleja, quien era el caballo favorito de la dirigencia.
Mientras, Nayib Bukele celebraba que 18 diputados dieron su firma para que su propuesta ingresara a la Asamblea, cuatro de ellos eran de ARENA y la crisis interna se avecinó.
La pieza debía ingresar a junta directiva, donde GANA apenas contaba con dos votos por lo que no ingresó. Sin embargo, a los celestes les quedaba un camino, probar fuerza en el pleno e intentar introducirla en el pleno, eso sí, necesitaba 43 votos. Un escenario casi imposible, pero era el primer amague de fuerza.
Como era de preverse, la propuesta apenas logró 17 votos. Sin embargo, de los cuatro diputados de ARENA, solo Cristales y Magaña mantuvieron su palabra y dieron su voto. Los otros dos, tras el “jalón oreja” de la cúpula recularon.
Posteriormente, Mayorga dijo que ella sí quería votar, pero que estaba sesionando la comisión de Relaciones Exteriores y su suplente no había dado su voto. Por su parte, Escalante no sentó postura. Más allá de las excusas, sus votos hicieron falta.
GANA montó una conferencia de prensa en la que denunció que "la aplanadora legislativa del FMLN y ARENA" habían detenido la propuesta y, sin más, habían caído en tierra árida.
La propuesta tuvo su fracaso, pero eso no quiere decir que Bukele perdió este primer encontronazo con el legislativo, pues no solo ARENA quedó con fisuras serías, sino que incluso Quijano se vio enmarañado en una situación complicada para resolver el problema del edificio y la seguridad de los empleados.
De tal suerte, que tuvo que tocar la puerta del presidente Salvador Sánchez Cerén para que a la brevedad posible encuentre un inmueble, sin tener que recurrir a los fondos del préstamo, que ya dijo el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que no puede renegociarse.
Previo a la plenaria de este jueves, Interiano montó una conferencia de prensa acuerpado por todos los diputados de la fracción, a excepción de tres de los disidentes Cristales fue la única que estuvo presente.
En esta, la fracción presentó una propuesta que busca modificar el actual presupuesto de la nación para que $50 millones sean reorientados para reparar y equipar escuelas. Asimismo, hablaron de incrementar el Fodes del 8% al 10%.
La idea de verse como bloque se mantuvo, pero ni Escalante, ni Magaña, ni Mayorga aparecieron en la foto.
La propuesta de Bukele fue totalmente inviable, nació sin piernas no logró ni siquiera el apoyo necesario dentro del pleno. Sin embargo, ha sido un fracaso con sabor a victoria. De ahí, quizá, el silencio de Bukele quien no ha salido al paso tras el resultado de su propuesta en firme. Nota tomada del Salvador Times.