Desde el pasado 27 de marzo del año pasado cuando el gobierno del presidente Nayib Bukele emprendió el combate frontal a las pandillas, la Policía Nacional Civil (PNC) en conjunto con la Fuerza Armada han localizado y desarticulado 201 campamentos clandestinos a escala nacional.

Los miembros de las estructuras terroristas montaron sus guaridas en zonas boscosas del área rural para evitar ser capturados por los cuerpos de seguridad que a diario ejecutan patrullajes en todo el territorio nacional.  En los improvisados campamento, las autoridades confiscaron armas, dinero en efectivo, diferentes tipos de droga, ropa y otros objetos utilizados por pandilleros.

«Los delincuentes se habían apoderado de los espacios que son para la población honrada, pero a través de las tácticas de seguridad fueron perdiendo la influencia en las zonas urbanas (…) y los que todavía no habían sido capturados se desplazaron hacia el área rural», manifestó en una ocasión el ministro de Defensa, René Merino Monroy.

Una de las ultimas guaridas fue desmantelada el pasado 8 de enero de este año en Santa Clara, San Vicente, donde la Policía y la FAES detuvieron a Alfredo José Calderón Rodríguez alias «Chuck Norris» y Orlando Ernesto Hernández, ambos con orden de captura por extorsión.  En el caso del Chuck Norris, las autoridades lo tenían perfilado como palabrero, es decir ordenaba homicidios y otros tipos de delitos.

En el operativo las fuerzas del orden repelieron un ataque armado de los terroristas de la Mara Salvatrucha a quienes les incautaron un fusil AK-47 y una pistola 9 mm.

La localización de uno de los más grandes campamentos ocurrió el 11 de junio de 2022 en el caserío Izcatal, del municipio de San Isidro, en el departamento de Cabañas, donde los cuerpos de seguridad detuvieron al pandillero Elfidio de Jesús Portillo Corvera, perfilado como integrante de la MS. En el lugar se decomisó un arsenal de armas de fuego.