“No debe haber ninguna diferencia sólo porque es de una colonia o comunidad, acá nos vemos como salvadoreños” comenta el subinspector Rafael Hernández, jefe de la Sección de Prevención de la Delegación San Salvador, durante el recorrido turístico de un cementerio de San Salvador junto con habitantes de diversos sectores populosos.

Y añade que las escuelas de verano, organizadas por esta sede policial, sirven de apoyo para romper los límites imaginarios que los grupos delincuenciales han impuesto bajo amenazas entre barrios y demás centros de población.

Muy sorprendidos, inquietos y con ansias de saber un poco más lucieron las niñas, niños, adolescentes, maestros y líderes comunitarios ante la riqueza cultural del cementerio Los Ilustres, situado en el corazón de la capital del país.

Además, porque es necesario que los muchachos conozcan los orígenes de grandes leyendas en la historia de El Salvador, los agentes, con funciones preventivas, destacados en la Subdelegación de San Jacinto gestionaron una jornada de necroturismo para estudiantes inscritos en las escuelas preventivas de verano de esta capital.

Entre los mausoleos visitados están el de Prudencia Ayala, la primera mujer en postularse a la presidencia; Francisco Morazán, quien fungió como presidente de la República Federal de Centroamérica; Alfredo Espino, escritor destacado; y Enrico Massi, considerado como pionero de la aviación salvadoreña, entre otros de gran trascendencia en el país, cuyos restos descansan es el camposanto.

Los escolares beneficiados provienen de los centros de estudios República del Ecuador, del barrio Santa Anita, y Liga Panamericana, entre otros. Esta acción propicia la convivencia entre comunidades, y servirá en su formación cultural académica, explica el oficial.

“Existe la amistad y la sana convivencia, ahora andamos como una gran familia, lo único que nos puede diferenciar es el uniforme” reflexionó el subinspector Hernández, tras la finalización de la jornada cultural e interactiva.