En mayo de 2021, Guadalupe A. R. (abuelo), de 70 años de edad, sacó a la víctima de la escuela donde estudiaba y la llevó a su casa ubicada en Zaragoza, La Libertad Este. Allí comenzó a abusar sexualmente de ella y también permitió que Francisco Antonio Amaya Olmedo también la violara, a cambio de dinero y drogas, así lo expresó la niña en su declaración ante el juez.

Ante las pruebas contundentes, el Tribunal Segundo de Sentencia de Santa Tecla condenó al abuelo a purgar una pena de 56 años con 8 meses de prisión: 26 años con 8 meses por el delito de violación en menor o incapaz agravada, 16 años por violación agravada y 14 años por corrupción de menores.

Amaya Olmedo fue condenado a un total de 37 años de cárcel: 17 años por el delito de violación en menor o incapaz, 12 años por agresión sexual en menor e incapaz y 8 años por el delito de remuneración por actos sexuales.