Consideremos que, para cualquier culebra, las personas podemos ser vistas como depredadores, es decir, nuestra sola presencia les intimida, por eso siempre buscarán la forma de evadirnos, al no poder hacerlo, activan su sistema de defensa cuando sientan que corren peligro.

Recomendamos no acercarse, si lo hace se sentirán amenazadas y tomarán una actitud agresiva, emitirán un siseo de aviso y posterior les puede atacar; no lo hacen por ser malas, ese es su instinto, usted puede estar con miedo, es seguro que ella lo esté aún más.

Evite (aunque parezca difícil), entrar en pánico, gritar o lanzarle cosas, si hace eso, el instinto la hará sentirse vulnerable y creerá que usted es una amenaza y busca hacerle daño.

En su actuar, lo principal es mantener la calma y dejarla tranquila, si la descubre ya estando cerca de usted, sepárese lentamente de ella, máxime si la culebra está a punto de salir o cerca de una salida.

Si la culebra repta hacia una habitación o fue vista dentro de una, lo mejor es cerrar la puerta para evitar que se esconda más y si es posible, habilite una ventana o puerta hacia el exterior para que pueda salir.

Las culebras nunca entran a las casas para atacar a las personas, regularmente buscan alimentarse, su dieta consiste en ratones, pollitos, gallinas, lagartijas, conejos y otros animales pequeños, inclusive hemos encontrado comiéndose un gato.

Toda culebra siempre buscará huir, pero debe tener cuidado con los niños y las mascotas, ya que los primeros por su inocencia y las segundas por su instinto tenderán a acercarse o atacarlas.

Siguiendo estas recomendaciones, proceda a marcarnos al 913 también puede solicitar ayuda al Ministerio de Medio Ambiente o a la División Ambiental de la Policía, para llegar a capturarla y devolverla a su hábitat.

No les hagan daño que ellas tampoco se lo harán a ustedes.