Las extorsiones en el transporte colectivo de El Salvador mantienen una drástica reducción

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Las extorsiones en el transporte colectivo de El Salvador mantienen una drástica reducción

En la terminal de buses de oriente, ubicada en el bulevar del Ejército, en Soyapango, los usuarios del transporte colectivo se desplazan con tranquilidad entre las unidades gracias a las múltiples acciones de seguridad que ejecuta el Gobierno del presidente Nayib Bukele.

En las instalaciones se registra un fuerte despliegue de elementos de la Fuerza Armada (FAES) debido al cerco de seguridad instalado en Soyapango, con el cual se busca identificar a delincuentes para capturarlos. De igual forma, gracias al régimen de excepción han sido arrestados cabecillas y pandilleros en la zona, lo que genera un ambiente de mayor tranquilidad.

Esta medida, sumada al Plan Control Territorial (PCT), ha provocado una «drástica reducción» en el problema de las extorsiones en el sector del transporte colectivo. De acuerdo con Luis Regalado, representante de la Mesa Nacional de Transporte, las medidas de seguridad les han permitido ingresar a zonas donde antes no podían por el dominio de las pandillas. «El tema de las extorsiones [en el sector colectivo] se ha ido manejando de una manera efectiva. Tal es el caso que podríamos decir que se ha reducido de una forma drástica. Ese ha sido un beneficio para la población y para los empresarios, que transportamos pasajeros y entramos a lugares complicados. Ese estrés que vivía el chofer se redujo», explicó Regalado.

Asimismo, explicó que han identificado más confianza en la población al abordar las unidades de transporte. «Con la confianza empezamos a dinamizar el tema económico del país. Estamos dando gracias a Dios y a la administración, que tomó esa decisión de hacer frente a la situación [de la delincuencia]», enfatizó.

Sobre el régimen de excepción destacó que respaldan la medida, ya que «está garantizando la seguridad en el país» y mejorando la economía. En ese sentido, el sector del transporte también está percibiendo un ahorro de $16 millones anuales, ya que esa era la cantidad aproximada que entregaban a las pandillas por la extorsión. Sin embargo, a pesar del pago, los grupos terroristas siempre asesinaban a los motoristas de buses.

Actualmente, este problema también ha disminuido casi en su totalidad, ya que en 2022 hubo un motorista fallecido, pero aproximadamente hace ochos años se contabilizan por decenas. «[Este año] no tenemos ningún compañero que se ha visto involucrado en esto. Por eso podemos decir que se ha visto el cambio, y nosotros como parte operadora del servicio estamos más confiados», indicó.

En 2015 se reportaron casi 100 motoristas asesinados. Hasta octubre de ese año, los registros de la Policía Nacional Civil (PNC) daban cuenta de 86 víctimas, contabilizando hasta cuádruples homicidios. Para Regalado, ese año fue «desesperante», ya que no había una respuesta de combate frontal por parte de las autoridades de ese momento. Además, recordó que solo en una ruta urbana se contabilizaron nueve motoristas asesinados en ese año. «Si lo traducimos a escala nacional, sí era un impacto grandísimo», aseveró.

Las extorsiones en el transporte colectivo de El Salvador mantienen una drástica reducción