Pedro Antonio Rivera de 39 años se convirtió en una víctima más de la estadística de delincuencia en El Salvador tras ser privado de libertad a la vista de muchos para posteriormente ser asesinado a quema ropa.
El hecho ocurrió el pasado domingo 18 de abril en el caserío Tapalguapa, cantón Anal Abajo, cuando Rivera iba junto a otros miembros de la iglesia católica en la que se congregaba, pues regresaban de una actividad religiosa cuando fueron interceptados por presuntos terroristas de la zona, quienes a la fuerza tomaron a Pedro Antonio para llevárselo a una zona desolada donde le quitaron la vida tras varios impactos de bala.
Fueron los miembros de la congregación quienes pidieron ayuda y alertaron a la Policía Nacional Civil (PNC) sobre lo sucedido, sin embargo, los delincuentes huyeron.