Conozca la historia de Javier Solís, cantante mexicano

En 1950 grabó sus primeras creaciones: Punto negro, Tómate esa copa, Virgen de barro y Te voy a dar mi corazón, producidas, con el Trío Los Galantes, en un pequeño estudio de grabación destinado a artistas aficionados y que pertenecía a la sala de cine Cinelandia de la Ciudad de México
Conozca la historia de Javier Solís, cantante mexicano

Gabriel Siria Levario, nació en la ciudad de México el 1 de septiembre de 1931, fue un cantante y actor mexicano mejor conocido bajo su nombre artístico, Javier Solís.

Fue el primero de los tres hijos del matrimonio formado por Francisco Siria Mora, de oficio panadero, y Juana Levario Plata, comerciante, quienes lo bautizaron como Gabriel Siria Levario. Su madre poseía un puesto de venta en un mercado público y, debido al abandono por su esposo y al tiempo que le demandaba su trabajo, decidió en abril de 1932 dejar a Gabriel en casa de sus tíos Valentín Levario Plata y Ángela López Martínez. De hecho, el futuro artista siempre consideró a estos sus verdaderos padres. Fue bautizado en el Sagrario Metropolitano de la capital mexicana.

Logró estudiar hasta el quinto grado de educación primaria en escuelas ubicadas en el barrio de Tacubaya, donde nació y creció. En las escuelas de Tacubaya comenzaron a desarrollarse sus inquietudes artísticas, pues solía participar como cantante en los festivales escolares. Sin embargo, dejó de asistir a la escuela para ayudar en los gastos domésticos y a trabajar como recolector de huesos y vidrios. Luego trabajó trasladando mercancías en un automercado. En noviembre de 1939 falleció su madre adoptiva; el futuro cantante debió sobreponerse y continuó trabajando en oficios tales como panadero, carnicero, cargador de canastas en el mercado y lavador de automóviles. Luego se interesaría por el deporte, y llegó a ser gran aficionado al boxeo, al béisbol, al fútbol y a la lucha libre, teniendo una gran amistad con El Santo.

Sin embargo, siguió interesado en cantar. Comenzó a presentarse como intérprete de tangos en lugares públicos de espectáculos conocidos como carpa. Su primera oportunidad se la ofreció Manuel Garay, payaso de profesión y administrador del Teatro Salón Obrero. Ahí se puso como nombre artístico Javier Luquín y participaba en concursos de aficionados, y llegó a ganar en más de una ocasión un par de zapatos donados por una zapatería del lugar. Continuó trabajando en carnicerías, y el propietario de una de ellas, David Lara Ríos, al descubrir las habilidades del joven intérprete, decidió pagarle clases de canto con el maestro Noé Quintero, quien había sido maestro de vocalización de cantantes reconocidos para la época.

Javier Solís comenzó una nueva etapa actuando en restaurantes y como parte primero del Dúo Guadalajara y luego del Trío Flamingo, llamado después Trío México, con sus amigos Pablo Flores y Miguel Ortiz Reyes.[6]​ "La vocación artística se inició por hambre",[6]​ comentó. A principios de 1948 aún trabajaba como carnicero en una carnicería llamada "La Providencia" de la Colonia Condesa[6]​ y se inició como intérprete solista de música ranchera: cantaba en las noches con grupos de mariachis en la Plaza Garibaldi y en la calle Honduras, en la capital mexicana. Después cantó en los restaurantes El Tenampa y el Guadalajara de Noche, donde se hacía acompañar del Mariachi América de Alfredo Serna. Como no tenía sueldo fijo, sus ingresos provenían de las propinas que recibía. Ese mismo año, por primera vez participó en un concurso radial, sin usar su seudónimo. Al finalizar el año, mientras cantaba en la Plaza Garibaldi el general Rafael Ávila Camacho lo contrató junto al mariachi Metepec por un año para actuar en Atlixco, en el estado de Puebla. Fue su primera gira como Javier Luquín. Al finalizar la gira, lo contrataron en un cabaret como cantante y animador, frente a un público diverso. Estudió canto aproximadamente un año con el maestro Miguel Quintero.

En 1950 grabó sus primeras creaciones: Punto negro, Tómate esa copa, Virgen de barro y Te voy a dar mi corazón, producidas, con el Trío Los Galantes, en un pequeño estudio de grabación destinado a artistas aficionados y que pertenecía a la sala de cine Cinelandia de la Ciudad de México. El cantante hizo estas grabaciones en discos de acetato para mostrarlas a sus amistades y las entregó como tarjeta de presentación ante Discos Columbia de México (hoy Sony Music Mexico), la que lo contrató en enero de 1956. Esta empresa discográfica incluiría las dos últimas en el LP Homenaje a Javier Solís, editado en 1990, y Punto negro aparecería en el triple LP 36 Éxitos de Javier Solís, que se distribuyó en el mercado en 1969.

A principios de 1955 fue contratado para cantar en el Bar Azteca, donde permaneció por espacio de 4 años. Es aquí donde, a sugerencia de su amigo Manuel Garay, cambiaría su seudónimo por Javier Solís, con el cual lograría la fama artística. A mediados de ese mismo año lo escuchó cantar en el local Julito Rodríguez, en ese entonces guitarrista y primera voz del Trío Los Panchos, quien lo recomendó para una audición con Felipe Valdés Leal, quien era director artístico de Discos Columbia de México. Gabriel Siria, ahora convertido en Javier Solís, resultó aprobado en la audición y se le hizo un contrato para grabar su primer sencillo a fines de 1955. Se incluyeron los temas Qué te importa y Por qué negar. El sencillo obtuvo éxito en el interior de México y, gracias a ello, fue contratado formalmente el 15 de enero de 1956. Se dice que, como parte de este trato, Javier Solís entregó la cinta que contenía los temas antes mencionados y la compañía la archivó por varios años, dando a conocer los temas, años después de su fallecimiento, como ya se ha dicho.

Un hecho inesperado retrasó el lanzamiento de su primer álbum. El día del sepelio del actor y cantante Pedro Infante es motivo para que Solís, subiera a una cripta del cementerio a entonar la ranchera Grito Prisionero, imitando la vocalización del fallecido intérprete.

Solís continuó haciendo presentaciones en el Bar Azteca y también en un espacio de la emisora mexicana XEW. Recibe su primer disco de platino por las altas ventas de su primer sencillo, el día 5 de septiembre de 1957. Como consecuencia, grabó su primer álbum Javier Solís, Volumen I añadiendo a los temas de su disco sencillo 6 canciones más. Fue en esta época en que iniciaron las interrogantes en torno a su vida privada, pues en el prefacio de este LP se aseguró que su nacimiento ocurrió en el estado mexicano de Sonora, lo cual desmintieron las investigaciones periodísticas posteriores. Su consagración definitiva fue cuando grabó el tema Llorarás Llorarás (que formó parte del álbum del mismo título) en 1959, cuando Felipe Valdés Leal logró con consejos que Solís abandonara su estilo imitador de Pedro Infante. En lo sucesivo, su carrera fue meteórica, ya que aunque duró solamente 10 años, grabó 379 canciones y se convirtió en uno de los cantantes más famosos de la historia en México.

 

Conozca la historia de Javier Solís, cantante mexicano