Los habitantes del caserío Santa Fidelia, ubicado en el cantón La Canoa de San Miguel, han reportado que, a pesar de las lluvias, no han sufrido mayores afectaciones, gracias a que el río Grande no ha sobrepasado la altura de las bordas, previniendo daños significativos en la zona.

No obstante, los residentes manifestaron su preocupación por la considerable cantidad de basura que el río arrastró. Este fenómeno, aseguran, es una situación recurrente que se observa cada vez que se presentan precipitaciones intensas.