Un caso de homicidio de 28 años de antigüedad quedó resuelto en EE.UU. gracias a pruebas forenses de ADN modernas que vincularon el asesinato de 1995 de una mujer con su exvecino, informó el miércoles la Policía local en un comunicado en su página de Facebook.

El Departamento de Policía de la ciudad estadounidense de Jerome, en el estado de Idaho, anunció que Danny Lee Kennison fue identificado como el atacante en el brutal asesinato de Wilma Mobley, entonces de 84 años.

El lunes pasado, los técnicos del laboratorio de la Policía estatal informaron haber encontrado una "cantidad significativa de un perfil de ADN" de Danny Lee Kennison en un broche de la ropa interior de la víctima. En el momento del homicidio, Kennison y Mobley eran vecinos sin alguna "relación personal".

El 10 de agosto de 1995, Mobley fue encontrada muerta por "estrangulamiento y ataque con un instrumento tipo hacha". Aunque los investigadores representaron tres posibles sospechosos durante la investigación, uno de los cuales era Danny Lee Kennison, el caso finalmente quedó suspendido por no encontrar "ninguna evidencia concluyente que identificara al atacante específico".

Posteriormente, el caso fue pasado a otros investigadores para conseguir un "par de ojos nuevos" para examinarlo. Así, en 2022, el sargento Clinton Wagner se comunicó con un laboratorio forense para un análisis de ADN que resultó en la identificación del asesino que cometió el crimen hace 28 años.

Visto que Danny Lee Kennison se suicidó en 2001, la Policía cerró el caso, excluyendo a los otros sospechosos.