Los rusos "irán al cielo" en caso de guerra nuclear, aseguró el presidente de Rusia Vladímir Putin el jueves, afirmando que los promotores del ataque "ni siquiera tendrán tiempo para arrepentirse".

"El agresor debe saber que la venganza es inevitable y que será destruido. Nosotros, las víctimas de la agresión, iremos al cielo como mártires.Y ellos simplemente morirán. Porque ni siquiera tendrán tiempo para arrepentirse", dijo Putin en una conferencia del club Valdai en la ciudad rusa de Sochi, en la que formuló su hipótesis sobre una posible guerra nuclear.

Si se produce una guerra nuclear, Rusia "no puede ser el iniciador de tal catástrofe porque no tenemos concepto de ataque preventivo", afirmó el presidente ruso.

"En tal situación, esperamos a ser alcanzados por las armas nucleares, pero no las usaremos", añadió. "Por supuesto, sería una catástrofe global".

Rusia se ha mostrado crítica con la nueva doctrina nuclear adoptada por Estados Unidos a principios de 2018, calificándola de "beligerante" y "antirrusa", que tiene por objeto, en particular, dotar al país americano de nuevas armas nucleares de baja potencia.

Putin había ordenado en 2016 reforzar la potencia de ataque nuclear de Rusia, así como la modernización de las armas, en respuesta al aumento de presencia militar de la OTAN en sus fronteras, percibido como una amenaza.

También elogió en un discurso ante el Parlamento ruso el pasado mes de marzo las nuevas armas "invencibles" desarrolladas por su país, lo que disparó las alarmas sobre una carrera armamentista con Estados Unidos.

La doctrina militar rusa no menciona la posibilidad de un "ataque preventivo" con ojivas nucleares. Rusia se reserva el derecho de utilizar su arsenal en caso de agresión contra su territorio o sus aliados o en caso de "amenaza a la existencia misma del Estado".