El rápido avance de los talibanes para hacerse con el poder de Kabul dejó al mundo sorprendido, con fuertes imágenes, pero también una particularidad: la aceptación por parte de los más radicalizados de las tecnologías asociadas a los smartphones, como WhatsApp, redes sociales y el uso de las cámaras para hacer selfies. Algo que por religión los fundamentalistas siempre tuvieron prohibido.

De hecho, siempre fueron conocidos los castigos contra quienes usaban cualquier tipo de avance tecnológico asociado al consumo masivo. 2021 los encuentra abrazando a la tecnología en todo su esplendor, y hasta con una página web traducida a cinco idiomas diferentes, cuentas en varias redes sociales y una activa participación de sus miembros.

De hecho, las primeras imágenes que se viralizaron fueron las de los talibanes tomándose selfies tras controlar la capital afgana, y hasta el vocero del talibán comunicó la noticia vía Twitter.

Además, aprovechan las redes para comunicar lo que consideran que son cambios en el régimen.

Así, la interpretación radical del Corán que caracteriza al régimen talibán puede adoptar distintas formas y, una de ellas en la actualidad, es abrazar estos cambios en pos de la toma del poder.