Dos policías y un paramédico fueron asesinados a tiros mientras respondían una llamada de violencia doméstica en Burnsville, Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos. El tirador, que tenía a su familia atrapada, entre ellos siete niños, de 2 a 15 años, fue abatido por las autoridades.

La policía estatal detalló que la llamada fue recibida aproximadamente a la 1:50 de la madrugada (hora local) del domingo, en la que se reportó a un hombre armado y a miembros de su familia «atrincherados».

Cuando los agentes acudieron a la propiedad, negociaron con el atacante por más de cuatro horas hasta que el equipo procedió a ingresar a la vivienda. El agresor abrió fuego y mató a los oficiales de policía de Minnesota, Matthew Ruge (27 años) y Paul Elmstrand (27 años), y al paramédico Adam Finseth, de 40 años.

Un tercer policía resultó herido y fue identificado como Adam Medlicott. Sin embargo, las heridas no ponen en riesgo la vida del agente, indicó la autoridad.

El gobernador de Minnesota, Tim Walz, lamentó las muertes de los servidores. "Nunca debemos dar por sentado la valentía y los sacrificios que nuestros agentes de policía y socorristas hacen todos los días. Mi corazón está con sus familias y todo el estado de Minnesota apoya a Burnsville", compartió en su cuenta de la plataforma X.

Medios estadounidenses señalan que el nombre del supuesto pistolero es Shannon Cortez Gooden, de 38 años, quien intentó recuperar sus armas de fuego en 2020, pero se lo negaron debido a su historial criminal.

El superintendente de la Oficina de Detención Criminal de Minnesota, Drew Evans, comunicó que conferencia de prensa que el tirador tenía «varias armas y grandes cantidades de municiones» y que disparó en diferentes partes del inmueble.