Ortega ataca el último bastión de la resistencia estudiantil en Nicaragua

Seguidores del Frente Sandinista lanzaron un ataque contra la Universidad Nacional, mientras el mandatario hacía un llamamiento a la paz en Masaya donde dos personas murieron, según las ONG

Ortega ataca el último bastión de la resistencia estudiantil en Nicaragua

El presidente Daniel Ortega, en una demostración de fuerza, movilizó el viernes a sus simpatizantes hasta Masaya, la ciudad rebelde que ha soportado el acoso de las huestes del Frente Sandinista. Dese allí el mandatario hizo un llamamiento a la paz mientras grupos armados atacaron a los estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) en Managua, último bastión de la resistencia estudiantil, dejando al menos una decena de heridos, algunos de ellos de gravedad.

Las imágenes transmitidas por los jóvenes tras las barricadas mostraban a varios de ellos atendiendo a los heridos, al mismo tiempo que otros pedían auxilio. Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, denunció que los ataques se extendieron a una parroquia cercana al campus, donde se habían refugiado algunos universitarios y se atendía a los lesionados. “Invitamos a aquellos que tienen pensamientos políticos diferentes, a los productores y campesinos, las empresas, a la microempresa, a que tomemos el camino de la paz”, decía Ortega mientras tanto en Masaya.

En esta ciudad, organizaciones de derechos humanos denuncian que después de que el mandatario dejara la localidad oficiales antidisturbios y grupos irregulares fuertemente armados atacaron a los manifestantes. Álvaro Leiva, secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), ha asegurado a EL PAÍS que se registraron enfrentamientos entre esas agrupaciones y vecinos de la ciudad que defendían las barricadas que todavía estaban alzadas. Leiva ha informado de que hay al menos dos muertos, uno de ellos un policía, aunque todavía no se han confirmado las identidades. “Estamos con limitantes de la operatividad humanitaria por la violencia que hay”, explicó el activista de derechos humanos. “A las siete de la tarde (hora local) fuerzas paramilitares atacaron (el barrio indígena de) Monimbó utilizando armamento de alto calibre, según denuncias de ciudadanos”, ha narrado Leiva.

Edwin Román es el párroco del barrio de San Miguel de la ciudad. Este sacerdote ha apoyado a la víctimas de la violencia desde el inicio de la crisis, abriendo las puertas de la parroquia para refugiar a jóvenes y atender heridos. “Fue una total provocación [el acto de Ortega], porque sabía que Masaya no lo quería recibir. Cómo van a celebrar [una actividad partidaria] con la cantidad de muertos que hubo. Esta ciudad, además de asediada, está atemorizada”, relata. Este párroco asegura que la tensión continuaba en las calles durante la noche del viernes y que la policía y los grupos armados, que actúan con impunidad, mantienen la presencia en varias zonas de la localidad. 

Ortega ataca el último bastión de la resistencia estudiantil en Nicaragua