Una mujer estadounidense de 28 años fue detenida en el aeropuerto de Sídney, Australia, luego de que encontraron en su equipaje una pistola bañada en oro de 24 quilates y podría enfretarse a una seria condena en prisión.

De acuerdo con un comunicado de la Fuerza Fronteriza Australiana, la pasajera procedente de Los Ángeles, EE. UU., fue detenida e imputada el pasado domingo, 23 de abril.

Ella no declaró la pistola bañada en oro y tampoco tenía permisos para importar o poseer el arma en Australia, país que tiene algunas leyes de porte de armas más estrictas del mundo.

La viajera fue acusada en virtud a un artículo de la ley australiana que establece que es ilegal que una persona importe “intencionalmente” armas de fuego sin autorización previa. En caso de ser condenada, podría enfrentarse a una pena de hasta 10 años de cárcel.

“Una y otra vez hemos visto cuán buenos son los oficiales de ABF para identificar y detener el cruce de mercancías ilegales y altamente peligrosas por la frontera de Australia”, afirmó el comandante de la Fuerza Fronteriza Australiana, Justin Bathurst.

Entretanto, la mujer compareció ante un juez este lunes y quedó en libertad bajo fianza. Su visa podría ser cancelada y expulsada de Australia, todo dependiendo del resultado de los procedimientos judiciales.

La estricta legislación australiana con el porte de armas se dio luego de la masacre de Port Arthur, Tasmania, en 1996, cuando un hombre abrió fuego contra propietarios de tiendas y turistas en un ataque en el que murieron 35 personas.

Tras el fatal tiroteo, el Gobierno prohibió todas las armas automáticas y semiautomáticas. Además, puso en marcha un plan de recompra obligatorio que permitió recoger y destruir más de 600.000 armas de fuego.