El documento afirma que empleados de la Oficina Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) abusaron sexualmente de las condenadas en al menos dos tercios de las prisiones federales femeninas durante la última década.

«La BOP no ha logrado prevenir, detectar y detener el recurrente abuso sexual, incluso por parte de altos funcionarios penitenciarios», reza el informe.

En la carcel para mujeres de la ciudad de Dublin en California se documentó que el ex celador y el capellán abusaron sexualmente de las reas.

«El abuso sexual de las reclusas significa un grave abuso de los derechos humanos y constitucionales», dijo el martes el senador estadounidense Jon Ossoff, demócrata de Georgia y presidente del subcomité, quien inició esta investigación en abril.