Guatemala: El Volcán de Fuego hace su primera erupción del año

Comunidades cercanas al Volcán de Fuego amanecieron en alerta debido a los retumbos y explosiones moderadas causadas por la primera erupción del coloso en el año.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) informó que las columnas de cenizas que expulsa el volcán se elevan a seis mil 500 metros sobre el nivel del mar y que se desplazan con dirección al oeste y suroeste.

El volcán mantiene flujos de lava y se espera que la actividad sísmica y la energía de las explosiones se mantenga o incluso se incremente durante el día.

Se reporta caída de ceniza en las comunidades de Santa Sofía, Morelia, El Porvenir, Finca Palo Verde, Sangre de Cristo, San Pedro Yepocapa, Panimaché I y II, Alotenango, Ciudad Vieja y Antigua Guatemala.

Autoridades se mantienen en alerta y recomiendan no permanecer ni acampar en áreas cercanas al coloso para evitar ser alcanzados por el material que expulsa el volcán.

La Dirección General de Aeronáutica Civil informó que, a pesar de la erupción del Volcán de Fuego, las operaciones aéreas continúan con normalidad en el Aeropuerto Internacional La Aurora.

Constante amenaza

Cuando hace erupción el Volcán de Fuego, a la CONRED e INSIVUMEH (Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología) les preocupa cómo, en qué momento y a qué hora podría descender un río de piedras y ceniza hacía las barrancas y ríos porque podría dañar puentes y carreteras de los pueblos cercanos.

A las autoridades no les preocupa tanto la caída de ceniza, sino la acumulación de rocas volcánicas en el cono. El riesgo es que, cuando llueve, todo el material va hacia los ríos en las faldas del complejo volcánico que podría provocar destrucción en los poblados e infraestructura vial.

Gustavo Chigna, jefe de la sección de geofísica del INSIVUMEH, explicó que desde el año 2015 el Volcán de Fuego aumentó su actividad desde que se reactivó en 1997.

Su promedio de fases eruptivas al año era una, a excepción del 2005, que fueron seis. Desde hace tres años el promedio anual son 15 erupciones, es decir, una fase eruptiva cada 20 o 25 días, un patrón nunca visto.

El experto mencionó que las erupciones han dejado millones de metros cúbicos de material que con la lluvia descienden poco a poco, sentenció Prensa Libre.