La Audiencia Nacional ha encarcelado este jueves al militar salvadoreño Inocente Montano, acusado de planificar la matanza de seis jesuitas, cinco de ellos españoles, el 16 de noviembre de 1989. Estados Unidos aceptó extraditar al excoronel hace dos semanas, al atender la Corte Suprema la petición de España, donde Montano será enjuiciado por cinco delitos de asesinatos terroristas y crímenes de lesa humanidad. Los cinco españoles asesinados fueron los jesuitas de la Universidad Centro Americana José Simeón Cañas (UCA) del Salvador Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín, Segundo Montes, Amando López y Juan Ramón Moreno. Se trata de una de las grandes causas pendientes de los años oscuros de las dictaduras latinoamericanas, impulsada por la justicia española, que procesó a los militares en 2011.
El padre Ellacuría, rector de la universidad, era uno de los analistas políticos más importantes del país y se esforzó en mediar entre el Gobierno y la guerrilla para que abrieran una negociación tras una década de enfrentamiento bélico. El apoyo nacional e internacional a una salida negociada, impulsada por Ellacuría, y los jesuitas impulsaron la presión para forzar la negociación. Ese esfuerzo por mediar fue el motivo de la matanza de los jesuitas, según concluyó el primer instructor de la causa, el juez Eloy Velasco, quien procesó a los militares. «El papel de la Iglesia como mediadora para tratar de acabar con la sangrienta guerra civil les granjeó la enemistad de la extrema derecha», relató el magistrado, quien explicó que las acusaciones contra los jesuitas se hicieron cada vez más virulentas. Los militares acusaban a Ellacuría de haber alumbrado y ser el cerebro de la guerrila, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
El juez Manuel García-Castellón, el sucesor del primer investigador de esta causa, Eloy Velasco, ha acordado el ingreso en prisión provisional de Montano, a quien acusa de participar «activamente en la decisión y diseño del asesinato». El excoronel salvadoreño era viceministro de Seguridad Pública de la República de El Salvador en el momento de los hechos y uno de los líderes de la Tandona, una asociación cerrada de 20 oficiales militares que ocupaban todas las posiciones claves del ejército y del gobierno.
La comparecencia en la que el magistrado comunicará a Montano su procesamiento, el estado actual de la investigación, se ha aplazado al próximo lunes a primera hora de la mañana por petición de su abogado, que ha pedido tiempo para poder conocer las actuaciones. García Castellón ha solicitado que la decisión del encarcelamiento sea comunicada también a la Embajada de El Salvador en España, además.
En el auto, el juez relata que Montano tenía a su cargo la Radio Cuscatlán, la emisora oficial del Estado, que difundió, días antes de los asesinatos, amenazas de muerte contra Ellacuría y los jesuitas. Explica que el antiguo coronel participó en las reuniones celebradas a lo largo del 15 de noviembre en la Escuela Militar y en los Cuarteles del Comando Conjunto del Estado Mayor de la Fuerza Armada, donde el Alto Mando del Ejército, con el consentimiento de altos funcionarios del Gobierno, «adoptaron medidas urgentes como el asesinato de civiles de gran relevancia intelectual y política, estando presente Inocente Montano, junto a otros oficiales, cuando el coronel Emilio Poce da la orden al coronel Guillermo Alfredo Benavides de asesinar concretamente al padre Ignacio Ellacuría y asegurarse de no dejar testigos y hacer uso para llevar a cabo tal asesinato del comando del Batallón Atlacal, destacado en El Salvador desde el 13 de noviembre de 1989.