El exdirector del FBI contra Trump: acoso, mafia y la noche de las prostitutas rusas

James Comey ajusta cuentas con el presidente de EE UU en un libro cargado de vitriolo y escenas explosivas. Trump le responde llamándole "bola de baba mentirosa", "débil" y perjuro

Le pareció más bajo que en televisión, con las manos pequeñas y el rostro ligeramente anaranjado. Era el 4 de enero de 2017 y el director del FBI, James Comey, acababa de saludar por primera vez al presidente electo de EE UU, Donald Trump. El motivo era una reunión de inteligencia previa a la investidura. Comey aprovechó la ocasión para echarle un ojo técnico al inenarrable peinado de Trump. “Tras una cercana inspección, me pareció todo suyo”, concluyó el jefe de los agentes federales.

Fue quizá el momento más relajado de una relación que acabó cinco meses después con el insólito despido de Comey (el segundo de un director del FBI en toda su historia) y la apertura de una brecha de desconfianza entre el presidente y el FBI que aún dura hoy y que ha alimentado la investigación del fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller. Tanto este encuentro como los desencuentros posteriores son narrados en primera persona por Comey en el libro Una lealtad mayor, que será publicado la semana que viene en EE UU y cuyos adelantos ya han inundado la prensa norteamericana.