Cuatro personas han muerto y otras cuatro han resultado heridas en la explosión y derrumbe de un edificio en la ciudad inglesa de Leicester, a 143 kilómetros al norte de Londres.

Una tienda y una vivienda han quedado totalmente destruidas.

Por el momento, se desconocen las causas del incidente. La policía dice no disponer de elementos para relacionarlo con una actividad terrorista y pide evitar especulaciones.

Policía y bomberos han abierto una investigación conjunta para determinar qué sucedió.

Todos los servicios de emergencia, incluidos seis camiones de bomberos, acudieron al lugar del suceso, tratado como una operación de búsqueda y rescate.

Como es habitual en estos casos, personal de las compañías de gas y electricidad también se desplazaron al lugar del incidente.