Conmoción, rabia y consternación tras tiroteo en club gay de EE. UU.

Conmoción, rabia y consternación tras tiroteo en club gay de EE. UU.

Ramos de flores, velas y carteles adornados con leyendas como «Amor, no odio» cubrían el suelo cerca del Club Q, donde poco antes de la medianoche del sábado Anderson Lee Aldrich, de 22 años, disparó a la multitud con un rifle de asalto antes de ser inmovilizado por dos asistentes calificados de «héroes» por la policía.

Veinticinco personas resultaron heridas, algunas aún en estado crítico el lunes, dijeron las autoridades sobre el incidente ocurrido en esta localidad del estado de Colorado al pie oriental de las Montañas Rocosas.

Cuando el atacante irrumpió, acababa de realizarse un espectáculo travesti con motivo del Día de la Memoria Transgénero, dedicado a las víctimas de la violencia transfóbica y celebrado internacionalmente el 20 de noviembre.

«Miré hacia arriba y vi la sombra de una persona alta que sostenía un arma. Vi bien el arma», dijo a la AFP el cantinero Michael Anderson.

«Detonación tras detonación. Fue absolutamente aterrador», recordó. «Me zambullí detrás de la barra. Los vidrios volaban a mi alrededor, como si hubiera balas rompiendo las botellas y todo lo que se encontraba allí».

La masacre, que solo duró unos minutos, terminó gracias a la heroica intervención de dos personas que enfrentaron al sospechoso, según la policía.

Un hombre agarró el rifle del atacante y lo golpeó con él antes de tirarlo al suelo, detalló el alcalde de Colorado Springs, John Suthers, al diario The New York Times. La identidad de estas dos personas aún se desconocía.

 

Conmoción, rabia y consternación tras tiroteo en club gay de EE. UU.