Bolivia: enfrenta el año electoral más ajustado en casi dos décadas

Según las encuesta  el  expresidente Carlos Mesa, es el principal contrincante  de Evo Morales,actual presidente de Bolivia

Bolivia: enfrenta el año electoral más ajustado en casi dos décadas

 

Por primera vez desde el aterrizaje del fenómeno Evo Morales en la política boliviana, a principios de la década de 2000, las encuestas indican que el hoy presidente puede ser derrotado en las elecciones de octubre del año que viene. Las cifras indican que más de la mitad de los bolivianos se opone a él. Sin embargo, el Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales continúa siendo la principal fuerza política del país sudamericano y la oposición sigue dividida en siete frentes distintos, lo que mantiene la incertidumbre sobre quién gobernará el país a partir de 2020.

Los sondeos le dan a Morales una intención de voto en el entorno del 30%, con el expresidente Carlos Mesa, que se presume su principal contrincante en las urnas, solo unos pocos puntos por detrás. Alguna, incluso, pone a Mesa por encima del presidente. Pero son encuestas pequeñas y de presupuesto limitado, que no captan bien los sentimientos del área rural, fuertemente favorable a Morales.

 El analista Carlos Borth considera que, por esta razón, “se debe añadir al menos 15 puntos a la intención por Morales que presentan las encuestas”. Con ello, se acercaría a la mayoría absoluta. Pero sin alcanzarla. Y puesto que el sistema electoral boliviano usa el balotaje, se infiere que el mandatario podría perder la presidencia en un enfrentamiento de segunda vuelta con Mesa.

El MAS se juega el todo por el todo en la cita de octubre, en la que pondrá toda la carne en el asador para impedir el segundo turno. Según la legislación del país, para ello debe superar por más de 10 puntos porcentuales al segundo candidato más votado. El expresidente Mesa, por su parte, apuesta por forzar a Morales a una "carrera entre dos hombres" en la que sus opciones crecerían con fuerza. Su principal obstáculo es la presencia de varios otros competidores contrarios a Morales. El principal de ellos es el senador Óscar Ortiz, que lidera las preferencias en Santa Cruz, el gran bastión del conservadurismo boliviano.

La televisión y las radios del Estado hacen abiertamente propaganda a favor del presidente, y este llega a remotas localidades bolivianas en el avión y el helicóptero presidencial, algo que le pone en ventaja frente a sus competidores. El Ejecutivo, por su parte, asegura que se limita a difundir los "grandes logros" de la gestión y que el presidente debe estar en los pueblos inaugurando las "muchas obras" que ha realizado.

Bolivia: enfrenta el año electoral más ajustado en casi dos décadas