El líder del principal partido de la oposición de Corea del Sur, Lee Jae-myung, fue apuñalado el martes en el cuello mientras recorría las obras de un nuevo aeropuerto en la ciudad sureña de Busan.

Lee, que iba acompañado por varios funcionarios locales y compañeros de partido, estaba atendiendo a los periodistas cuando un hombre, que llevaba una corona de papel con el nombre del político, interrumpió para pedirle un autógrafo. En ese momento, delante de las cámaras, el hombre se abalanzó sobre Lee con un cuchillo de 18 centímetros.

El suceso tuvo lugar a las 10.27 hora local. Lee, de 59 años, cayó al suelo ensangrentado. Estaba consciente, pero con una laceración de un centímetro en el lado izquierdo del cuello. Rápido, fue atendido por los servicios de emergencia, quienes taponaron la fuerte hemorragia. Después, fue trasladado al Hospital Universitario Nacional de Seúl para ser operado.

Varios vídeos publicados por los medios surcoreanos muestran al político desplomándose entre una multitud que logró retener al hombre del cuchillo tras el ataque. "El atentado contra la vida de Lee ha sido un acto de terrorismo y una grave amenaza a la democracia", denunciaron desde su formación, el Partido Demócrata de Corea (DPK), de corte liberal.

Más tarde aseguraron que Lee se encontraba "en estado consciente" en el hospital. Los médicos han anunciado que su vida no corre peligro. La policía comunicó que su agresor, un hombre de 66 años, había sido detenido, aunque todavía no ha trascendido el motivo del ataque.

Lee es un abogado de derechos humanos que se hizo muy popular por pelear por los programas de bienestar social para los más desfavorecidos. En las elecciones presidenciales de marzo de 2022 perdió por estrecho margen ante el conservador Yoon Suk-yeol. Se espera que se postule de nuevo para los comicios de 2027 y las últimas encuestas auguran otra carrera presidencial muy reñida a pesar de varios escándalos de corrupción que golpean al DPK, incluyendo un proceso judicial en marcha contra Lee por un presunto soborno derivado de un proyecto inmobiliario que supervisó cuando era alcalde de Seongnam, una ciudad próxima a Seúl.

En septiembre, un tribunal desestimó una solicitud de la fiscalía para que Lee permaneciera bajo custodia mientras esperaba el juicio por los cargos. Los fiscales también están investigando al líder de la oposición por otros casos de corrupción de su etapa como alcalde.

Aunque Corea del Sur tiene leyes estrictas sobre armas y la tasa de criminalidad es generalmente baja, el ataque contra Lee ha sido el último incidente violento dentro la crispada política surcoreana. El anterior líder del DPK, Song Young-gil, fue atacado en la cabeza con un martillo durante un evento de campaña en 2022.

La ex presidenta Park Geun-hye, que acabó en prisión por varios casos de corrupción, también recibió varios cortes en la cara tras un ataque con un cuchillo durante un mitin en Seúl en 2006. Casi tres décadas antes, el padre de la ex líder, Park Chung-hee, quien fue presidente durante 16 años, fue