El 15 de mayo de 1992, el cuerpo sin vida de una mujer embarazada de unas 26 semanas fue encontrado envuelto en una manta en el sótano inundado de una vivienda de la ciudad de Fort Wayne, en el estado de Indiana (EE.UU.). Casi 32 años después, las autoridades lograron establecer de quién se trataba, tras la realización de una serie de estudios genéticos que incluyó el ADN del padre de la fallecida, recogieron medios locales.

Jon Brandenberger, forense del condado de Allen, reveló que el cuerpo al que se le había puesto el nombre de Mary Jane Doe era en realidad el de Tabetha Ann Slain Murlin, quien fue hallada por un trabajador que participaba de la renovación de la vivienda. En ese momento, el cadáver estaba "muy descompuesto". De acuerdo con los primeros estudios, se estimó que la muerte se había producido en 1991 o a principios de 1992, aunque no se había podido confirmar de quién se trataba.

Durante muchos años, la investigación se detuvo hasta que fue retomada en 2016, cuando el caso ingresó al Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas. Al año siguiente, el cuerpo fue exhumado para realizar un perfil genético.

Además de la realización de una reconstrucción facial hecha en arcilla, los estudios de ADN continuaron, y en enero último, el laboratorio forense de Utah completó sus trabajos de bioinformática y secuenciación, impulsando el estudio genealógico, con el que fue identificado al padre de Murlin, a su madre, fallecida en 2013, y a dos tías.

Al realizar el anuncio sobre el esclarecimiento de la identidad del cuerpo, Brandenberger les habló a los familiares de Murlin: "Este es el día de Tabetha, y ustedes han estado esperando tener un día para ella durante todo este tiempo".

Pese a haber comprobado la identidad del cadáver, la investigación aún no está cerrada ya que todavía falta definir cómo se produjo la muerte.