Cultivar en la Luna ya no es un sueño gracias a la primicia dada a conocer por la revista Communications Biology este jueves 12 de mayo, donde investigadores de la Universidad de Florida han demostrado que las plantas pueden brotar y crecer en suelo lunar.
Robert Ferl, profesor del departamento de Ciencias Hortícolas de la Universidad de Florida, en Gainesville, y autor del artículo, explicó que las plantas no son tan robustas como las cultivadas en suelo terrestre, pero sí crecen.
El equipo pretende que los futuros astronautas puedan algún día cultivar plantas más ricas en nutrientes en la Luna y prosperar en el espacio profundo.
“Aquí estamos, 50 años después, completando experimentos que se iniciaron en los laboratorios de la era del Apolo”, de acuerdo con el diario El Español.
Este trabajo es solo un primer paso hacia el cultivo de plantas para alimento y oxígeno en la Luna durante las futuras misiones espaciales.
Germinando en la Luna o más allá
Los investigadores dijeron que plantaron semillas de Arabidopsis thaliana en 12 pequeños recipientes del tamaño de un dedal, cada uno con un gramo de suelo lunar o regolito lunar.
Este sustrato, con sus partículas afiladas y sin materia orgánica, difiere mucho del suelo de la Tierra, por lo que no se sabía a ciencia cierta si las semillas germinarían.
Anna-Lisa Paul, directora del Centro Interdisciplinario de Investigación Biotecnológica de la Universidad de Florida y codirectora del estudio, explicó que cuando se percataron de la abundancia de brotes verdes sobre todas las muestras los dejó sin aliento.
De hecho, teniendo este resultado Paul se torna optimista y cree que incluso sería posible repetir la experiencia sobre el suelo de Marte.
“Se abre la puerta a la exploración futura utilizando recursos en la Luna y probablemente en Marte”, reseñó DW.
Informaron que no hubo diferencias externas en las primeras etapas de crecimiento entre las sembradas en el regolito y las sembradas por razones comparativas en ceniza volcánica de la Tierra.
Las semillas cultivadas en regolito crecieron más lentamente y, en general, son más pequeñas.
A su vez, tienen raíces algo atrofiadas y están propensas a exhibir hojas más pequeñas, con una coloración negra rojiza profunda que no es típica de un crecimiento saludable.
También mostraron actividad genética similar a las reacciones de las plantas a la sal, el metal y la oxidación.
“La Luna es un lugar muy, muy seco. ¿Cómo responderán los minerales en el suelo lunar al tener una planta creciendo en ellos, con el agua y los nutrientes agregados? ¿Agregar agua hará que la mineralogía sea mejor para las plantas?”, se preguntaron los investigadores.
Aseguran que los estudios de seguimiento se basarán en estas preguntas, así como otras interrogantes que surgirán en medio de la constante experimentación.
Misiones robóticas
Jacob Bleacher, el científico jefe de exploración que apoya el programa Artemis de la NASA en la sede de Washington, señaló que esta es también la razón por la cual la agencia espacial enviará misiones robóticas al polo sur de la Luna, donde se cree que puede haber agua.
“El cultivo de plantas es el tipo de cosas que estudiaremos cuando vayamos. Así que estos estudios en tierra marcan el camino para ampliar esa investigación por parte de los próximos humanos en la Luna”, según dice el portal de la NASA.
Para Bleacher, el problema a la hora de montar instalaciones científicas sobre la Luna era la falta de recursos, así como la desconocida capacidad de subsistencia en el terreno. Pero ahora este hallazgo es potencialmente relevante, y activa el acelerador de la carrera espacial.
Sostiene que la División de Ciencias Biológicas y Físicas de la NASA es pionera en descubrimientos científicos y permite la exploración utilizando los entornos espaciales para realizar investigaciones que no son posibles en la Tierra.
