Yakutsk, en Siberia, es una de las ciudades más frías del mundo, con temperaturas de hasta 40 grados bajo cero. Y también es la más grande construida sobre permafrost, una capa mineral cimentada por el hielo. Pues bien, Yakust está ahora mismo en serio peligro a causa de un cambio climático que está derritiendo este suelo congelado sobre el que se sustentan sus edificios. Muchos de ellos presentan ya inquietantes grietas y roturas.

"Hace más o menos un año que el edificio comenzó a inclinarse y a hundirse en el suelo", nos cuenta junto a edificio el constructor Eduard Romanov. "Se ha inclinado unos 40 centímetros y como resultado esta fachada también ha comenzado a hundirse, y uno de los elementos de los cimientos del edificio ha comenzado a desmoronarse".

Meanwhile, in Yakutsk... -41.4C this morning... Greetings to Anchorage. Hope, everything is safe over there. pic.twitter.com/KoavzMCpJF

— Bolot Bochkarev (@yakutia) 1 de diciembre de 2018

Muchos de los edificios de esta ciudad de 300.000 habitantes están construidos sobre permafrost, que solo es estable si el agua está helada. Pero según los datos, la temperatura de la ciudad ha aumentado dos grados y medio en la última década, lo que afecta directamente a las viviendas, la cerreteras y las tierras de toda la zona

"Ahora estamos usando vigas de al menos 16 metros en lugar de las de 8 metros", explica el legislador Vladimir Prokopyev. "Así que para nosotros es muy sencillo explicar por qué estamos tan alarmados por el calentamiento global. Debido a este calentamiento global estamos siendo testigos de la degradación y destrucción de nuestro permafrost".

Según las estimaciones, Rusia es el país que más está notando el cambio climático, calentándose más del doble de rápido que el resto del mundo. Datos alarmantes para poblaciones como la de Yakutsk, que, literalmente, se vendría abajo sin el hielo.