El punto oficialmente más alto de Suecia dejó de serlo debido a las temperaturas récord en Europa. De acuerdo con los científicos, el glaciar en el monte Kebnekaise, un gran atractivo turístico ubicado a más de 2000 metros de altura, se está derritiendo.

La geógrafa de la Universidad de Estocolmo Gunhild Rosqvist dijo que el glaciar, ubicado en la punta sur del monte, medía 2101 metros pero ya perdió cuatro metros cuando Suecia padeció temperaturas récord e incendios forestales incluso dentro del Círculo Polar Ártico.

En tanto, los servicios públicos están en alerta en la península ibérica, donde esperan temperaturas elevadas. La ciudad de Évora, en Portugal, ubicada a 130 kilómetros, al este de Lisboa, y en la vecina provincia española de Badajoz, podría llegar a los 44 grados. El motivo se debe a una masa de aire caliente que se desplaza desde África hacia el norte.

Para el fin de semana, en Portugal se esperan temperaturas de alrededor de los 47 grados, según confirmaron autoridades locales. Además, emitieron una advertencia nacional de salud por el calor y también por el polvo proveniente del Sahara. Puntualmente España ya advirtió a 40 de sus 50 provincias.

Mientras, en el este de Europa, la temperatura llegó a 34 grados en Polonia, donde las plantas de electricidad entraron en fase de emergencia debido al uso generalizado de ventiladores y acondicionadores de aire. Las autoridades en Varsovia ya instalaron dispensadores de agua fresca en las calles y aconsejaron a la gente no salir.

Los recaudos se replican en por lo menos ocho de los 28 países miembros de la UE, que han pedido flexibilizar las normas ambientales y de diversificación de cultivos debido al clima adverso.