Nicolás Escobar les atribuye a razones paranormales el haber encontrado una caleta de su tío, el narcotraficante Pablo Escobar, quien fue en su momento el hombre más buscado del mundo y a quien se le vincula con el asesinato de miles de personas civiles, jueces, policías, periodistas y funcionarios del gobierno.

Según le narró al canal Red Más Noticias, se ha dedicado a buscar caletas de su tío y no ha encontrado una sino varias. La última, asegura, fue en un apartamento ubicado en el sector de Las Palmas, en Medellín.

Allí hallaron 18 millones de dólares, es decir más de 66.000 millones de pesos colombianos, además de un esfero y una pepa de oro, radios de comunicación, una cámara y una máquina de escribir. De acuerdo con el sobrino, intentaron revelar el rollo de la cámara pero no fue posible.

Para este caso, el familiar de Escobar contó que se dio cuenta de que en la casa de Las Palmas, donde llevaba varios años viviendo, había algo escondido, por una razón paranormal.

“Ahí llevaba yo más o menos unos 4 años o 5 y cada vez que me sentaba en un comedor y miraba hacia el sitio donde estaba un parqueadero, por el intermedio de esos vidrios, primero empecé a ver un señor que entraba a ese sitio y desaparecía”, contó al canal.

Efectivamente, allí encontraron los dólares y demás elementos. “Ahí había una bolsa bastante grande y el olor era impresionante. Ese olor es peor que una mortecina multiplicada por 100”, narró el sobrino de Escobar.

Sin embargo, el dinero encontrado es inservible hoy en día.

“Siempre lo he dicho y lo digo con mucho orgullo soy el sobrino mayor de Pablo Escobar, quien pudo acompañarlo en muchísimas oportunidades. Una persona que el 17 de mayo de 1993 (año en el que murió Escobar) lo secuestraron para saber dónde estaba Pablo, me torturaron durante más de 7 horas. A dos de mis trabajadores los picaron con motosierra esperando encontrar en mí la respuesta de dónde estaba Pablo Escobar”, cuenta Nicolás Escobar al inicio del relato de la historia de la caleta.

Pablo Emilio Escobar Gaviria fue el jefe del Cartel de Medellín, grupo de narcotraficantes que además de iniciar una guerra con otras organizaciones delictivas es acusado de varios crímenes que azotaron a Colombia en los años 80.

El narcotraficante nació en Rionegro, Antioquia, y murió en la capital antioqueña el 2 de diciembre de 1993.