Cuatro estudiantes de Ingeniería de Alimentos lograron crear una mezcla seca, eco-amigable y muy versátil con subproductos agroindustriales (cáscara de huevo, suero lácteo y semillas) sobre una base de camote y ñampí para ser utilizada en la elaboración de platillos tradicionales que contribuyan a reducir los índices de desnutrición de niños y niñas en Centroamérica. 

Al producto lo llamaron Nelhuayotin y es su pase de entrada para la final de la competencia internacional de desarrollo de productos del Instituto de Tecnólogos de Alimentos de los Estados Unidos (IFT por sus siglas en inglés) en la ciudad de New Orleans. Los estudiantes viajarán del 2 al 5 de junio para participar con su novedoso alimento en esta competencia que reúne a estudiantes avanzados de prestigiosas universidades a nivel internacional.

Los estudiantes se inspiraron en tres de los objetivos de la Naciones Unidas: fin de la pobreza, acción por el clima y hambre cero. Kimberly Serrano, vecina de Pérez Zeledón y líder del equipo, afirma que su proyecto tomó como marco de referencia a Centroamérica, ya que ellos la conciben como una región con "problemas alimenticios muy similares y herramientas comunes para enfrentarlos".

El Nelhuayotin (nombre en idioma Náhuatl que alude a la palabra "raíz") es un producto  instantáneo rico en calcio por contener cáscara de huevo y con gran cantidad de proteínas por las semillas de ayote y el suero lácteo que contiene. El camote y ñame son los dos tubérculos de base que le agregan el buen sabor a la mezcla y la vuelven una harina con la que se puede hacer desde tamal hasta tortillas y pan. Se trata además de un alimento de bajo costo.