Un acto de amor propio para cuidar la vida

Un panorama poco alentador, ya que la diabetes afecta la calidad de vida de las personas y exige un tratamiento adecuado para que no tenga complicaciones.

Un acto de amor propio para cuidar la vida

Las cifras de las personas que padecen diabetes en el mundo van en aumento, la alimentación adecuada, el ejercicio y la disciplina con los tratamientos son claves para tener una buena calidad de vida.

¿Usted se imagina que la comida que consume a diario puede ser el factor que determine su calidad de vida? Este es uno de los interrogantes que las personas podrían plantearse, más ahora, cuando la salud, el autocuidado y los buenos hábitos han tomado un protagonismo a causa de la pandemia ocasionada por el coronavirus.

Y es que la comida y los nutrientes que la componen juegan un papel determinante en el buen funcionamiento del cuerpo y ese bienestar y ausencia de enfermedad que la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueven para que tanto las personas como las sociedades puedan disfrutar de una buena calidad de vida y generar desarrollo, que muchas veces no se logra obtener por la aparición de enfermedades que son prevenibles.

Una de esas enfermedades, que hace parte de las no transmisibles y se podrían prevenir, pero que aumenta con rapidez en todo el mundo, es la diabetes. Según cifras de la Federación Internacional de Diabetes (FID por sus siglas en inglés), aproximadamente 463 millones de adultos entre los 20 y 79 años viven con diabetes y se estima que para el 2045 esto aumente a 700 millones.

Un panorama poco alentador, ya que la diabetes afecta la calidad de vida de las personas y exige un tratamiento adecuado para que no tenga complicaciones.

Pero ¿qué es la diabetes? Según Angélica Veloza, nutricionista dietista de la Universidad Nacional, “es un grupo de enfermedades que se caracterizan por la hiperglicemia. Es decir, por la elevación de la azúcar en sangre. Para tratarla es importante hacer intervenciones farmacológicas y cada médico guiará al paciente respecto a su condición”.

Por El Espectador.

Un acto de amor propio para cuidar la vida