En un artículo de opinión posteado este lunes en su portal, la Universidad Centroamericana (UCA) hizo un crítica abierta a lo que titula una “nueva ARENA”,enfatizando en cómo el principal partido de la derecha salvadoreña debe luchar con dos estigmas, los cuales forman parte de su historia.
“Arena tiene que cargar o luchar, según elija, contra dos estigmas, al menos: ser el partido de los ricos del país (primer estigma) y una trayectoria de corrupción (segundo estigma”, argumentando la UCA en el editorial.
Según la percepción de la institución, en lo relacionado al estigma de ser el partido de los ricos, a ARENA le será muy difícil deshacerse de esa marca, considerando el proceso de elecciones internas con millonarios que realizaron hace un par de semanas.
“Por supuesto, ser millonario no significa, automáticamente, que se gobierna para los intereses de la élite económica, pero la historia nacional muestra que esa es la costumbre. Y a lo anterior se suma el reciente desatino político de haber hecho pública la pretensión de eliminar o limitar los alcances de la reforma agraria. Todo ello da pie para pensar que la tónica no cambiará si Arena vuelve al poder”, analiza el artículo.
En lo relacionado al otro estigma, la corrupción:
“Arena tendría primero que reconocer su historial de corrupción y, a continuación, dar muestras convincentes de que ha cambiado”, destaca la UCA.
“Porque su trayectoria de irregularidades está a la vista. Desde el agujero negro de la privatización de la banca después de la guerra, pasando por los desfalcos financieros en el Instituto Nacional del Azúcar, la CEL y el Seguro Social, la malversación en el Fondo de Inversión Social y en el Banco de Fomento Agropecuario, y la desaparición de fondos para hospitales, hasta el desvió del dinero donado por Taiwán para los damnificados de los terremotos de 2001, entre otros”, cita específicamente.
Finalmente, para la institución, tras los comicios del pasado cuatro de marzo, la población envió un mensaje claro de descontento para con los políticos, los partidos y sus administraciones; al darle la espalda a aquellos que ejercen la política poniendo por delante los interese propios o de ciertos grupos minoritarios y el beneficio de la población.
