La administración de Nayib Bukele le salvó la vida a 1500 salvadoreños durante su primer año de gestión, informó el ministro de Justicia y Seguridad, Rogelio Rivas.
Los números dados por Rivas demuestran la solidez con la que se ha trabajado en el combate a la delincuencia.
De junio de 2019 a mayo de 2020, el promedio de homicidios diarios ha bajado de 12 a 3.5, una cifra que no había logrado ninguno de los Gobiernos desde la firma de los Acuerdos de Paz.
La cifra incrementa a 3,200 ciudadanos salvaguardados cuando la comparación se hace con el primer año de la última gestión del FMLN con Salvador Sánchez Cerén a la cabeza.
Pese a los logros, la oposición parece no terminar de convencerse de la necesidad que el país tiene de reforzar el presupuesto para destinar fondos al plan control territorial.
Seguridad pasó a ser una de las peores carteras evaluadas, durante los gobiernos del FMLN, a una de las mejores calificadas en la actualidad, según encuestas de opinión pública.
Además del patrullaje de policías y soldados, las autoridades han plantado mano firme en el control del sistema penitenciario.
Con la llegada de Bukele al poder, las cárceles del país fueron bloqueadas por completo para cortar la comunicación de los cabecillas con sus compinches.
Ayer se registró el día número 22 con cero homicidio, algo que para molestia de sus detractores era impensado que se podía lograr en tan poco tiempo.
Más logros
El plan del Ejecutivo no solo ha logrado la reducción de homicidios, ya que según registros delitos como el hurto de vehículos ha reducido considerablemente.
Según datos del ministro de Justicia, se han reducido en un 55% los casos de hurto y robo de vehículo, además, casos de extorsión se han resuelto en un 58% respecto al último año de la administración del Frente.
El patrullaje en colonias de todo el país ha sido fundamental para estos logros, gracias a este trabajo se han detenido a 13 mil personas de los cuales un aproximado de 5 mil son pandilleros.
Pese a tener como distractor la pandemia de la covid-19, Bukele ha logrado comenzar a cumplir y mantener la promesa más grande que le hizo al país: controlar la delincuencia.
