Por: Mauricio Pineda

William Castillo juega dos roles importantes en la vida de sus dos hijos, el de padre y madre a la vez.

Este sonsonateco, residente en la colonia Las Delicias, ha pasado situaciones complicadas luego que su esposa muriera debido a la insuficiencia renal.

“Al momento de fallecer me deja la niña de tres meses y medio y al niño de ocho años. Cuando estaba ingresada empecé a los luchar por los dos, salgo a rebuscarme y también la voy pasando con la pequeña ayuda de los vecinos”, comenta.

La hija menor de ambos, que actualmente tiene cinco meses, nació prematura, es decir, con seis meses de gestación. De ahí que requiera de un cuido especial.

“Ni siquiera tuvo la oportunidad de chinearla”, dice al referirse a su esposa.

Desde ese momento, William se ha dedicado en cuerpo y alma para brindar todo lo necesario para tener bien a sus hijos.

Sin embargo, este padre siente que esos esfuerzos no son suficientes, sobre todo porque se encuentra desempleado.

“Es dura la situación porque me toca hacer el rol de padre y madre”, asegura.

Se levanta bien temprano a preparar las pachas

Las jornadas en la vida de este hombre inician cada madrugada cuando se levanta a preparar las pachas de su tiernita, al tiempo que debe alistar a su hijo de ocho años para la escuela.

Este padre también tiene que estar pendiente de todo el quehacer de la casa, es decir, lavar ropa, preparar la comida, ordenar trastes y cumplir con otras obligaciones como pago de recibos.

Sin un empleo que le permita suplir estas necesidades, William ha tenido que dejar la pena a un lado y apelar a los corazones de los buenos salvadoreños y empresarios para que le brinden una oportunidad de trabajo.

“A consecuencia de lo que ha sucedido le hago un llamado de todo corazón a las empresas sonsonatecas o alguna persona que me pueda brindar un empleo, con el cual pueda sacar adelante a mis hijos”, es la petición que hace mientras prepara la pacha para su bebé.

Víveres, ropa, vitaminas y leche para su hija son bien recibidos dice.

Asegura que una vez trabajando tendría la facilidad de pagarle a alguien para que le ayude a cuidar a sus hijos.

“Gracias a Dios tengo el apoyo de una vecina que se ha comprometido a que cuando consiga trabajo me cuidará a los niños. Ahora solo espero que un buen corazón me responda con un empleo”, expresa.

William dice que tiene conocimientos de jardinería, albañilería, electricidad y hasta de comerciante.

Su caso, también le ha significado críticas.

“Hay personas que dicen que yo solo quiero llamar la atención, me llena de satisfacción lo que hago y ante esas críticas gano más quedándome callado”, asegura.

¿Cómo ayudar?

En Sonsonate, una de las instituciones que se ha encargado de canalizar la ayuda para este padre es la Fundación Proyecto de Amor que ha puesto a disposición los siguientes números 7081-2425 y (213) 321-1004.

Juan Carlos Hernández, presentante de esta organización, explica que como fundación tienen como fin ayudar a personas de escasos recursos económicos como el caso de William, de quien afirma tiene mucha admiración.

“No cualquiera se echa ese trompo a la uña. Es bien delicado su caso y complejo porque le quedó la niña de pocos meses de nacida. Ella nunca fue amamantada por su madre, los primeros días estuvo en una incubadora (por ser prematura)”, manifestó Hernández.

Añade, “él siempre está pendientes de sus hijos, me contó que no los puede dejar solos, pero también que necesita un empleo para que nada les falte”.

“Otro hombre quizá ya los hubiera dado en adopción, pero no William”.

Esta fundación también ha sido el enlace, incluso, de salvadoreños que residen en Estados Unidos que también se han enterado del caso.