"Todo por la bestia": Conozca cómo opera el satanismo en la MS-13

El reportaje señala que los fundadores de la estructura criminal eran adoradores del diablo y la policía estadounidense asegura que la pandilla tiene un largo historial de satanismo.

"Todo por la bestia": Conozca cómo opera el satanismo en la MS-13

Un reportaje del periódico The Washington Post explica cómo presuntamente la Mara Salvatrucha hace canjes con el diablo y comete crímenes fatales para entregarle almas al mismo diablo, según los expertos que fueron consultados para esa publicación, también fue confirmado por miembros de esa pandilla.

El reportaje señala que los fundadores de la estructura criminal eran adoradores del diablo y la policía estadounidense asegura que la pandilla tiene un largo historial de satanismo.

Aunque el satanismo ha disminuido en los últimos 30 años, los pandilleros todavía utilizan apodos, tatuajes y simbolismos satánicos como la mano de los cuernos conocida como «La Garra» que es el símbolo que la mara utiliza para diferenciarse del resto de pandillas.

El periódico también afirma que los mismos pandilleros han dicho a las autoridades que cometieron hechos delictivos para la bestia.

Aunque esto pudiera parecer sólo parte de un ritual o un código propio, las alarmas se encienden cuando algunos miembros de la MS-13 confiesan haber cometido crímenes por “petición de la bestia”. Un miembro de la Mara, apodado ‘Diabólico’, confesó, luego de haber sido hallado culpable de asesinar a una adolescente de 15 años, que “la bestia quería un alma… y yo se la di”.

Para entender mejor esta situación, hay que ir a los orígenes mismos de la MS-13, que en un principio estaba conformada por jóvenes asiduos al metal, quienes vestían, a diferencia de otras pandillas latinoamericanas, con ropa negra ajustada, chamarras de piel negra y otros artículos asociados ahora con el movimiento de rock pesado nacido en los años 70.

Thomas Ward, antropólogo de la University of Southern California, quien se ha dedicado a estudiar a la pandilla por años, dice: “algunos de sus miembros originales eran satanistas declarados, quienes realizaban prácticas bastante duras, como sacrificios animales en rituales.

Esta identificación con el satanismo le dio a la Mara su ‘reputación’ de malvada y sanguinaria, de banda dura e inmisericorde con sus enemigos. De ahí mucha de su aura de misterio y terror”. El propio Ward señala en su libro Gangsters Without Borders, que un miembro de la MS-13 le confesó cómo fue su ritual de iniciación. “Fuimos a un cementerio e hicimos un juramento de fidelidad mientras tomábamos sangre los unos de los otros.

Tomamos un cuchillo y nos cortamos las manos. Servimos todo en una copa. Fumamos mucha mota y después cortamos a un gato por la mitad”. Sería durante la década de los ochenta, luego de que la Guerra Civil en El Salvador obligara a muchos jóvenes a migrar a Estados Unidos, que la Mara empezaría su metamorfosis a como la conocemos hoy, mucho más cercana a las pandillas latinas que a una banda de metaleros con chamarras de cuero y ropa negra.

De hecho, los primeros miembros de esta nueva oleada, no adoptaron el estilo ‘cholo’ hasta que llegaron a prisión, donde conocieron a personajes que mantenían dicha estética (incluso la Mara adoptó el número 13 en las prisiones de California, como un código secreto para señalar la M, treceava letra del alfabeto). No obstante, el imaginario satánico se mantiene hasta el día de hoy en algunos de sus miembros, quienes señalan que “el diablo te pide que hagas cosas para él. De ahí obtenemos poder y fuerza. No puedes dejarlo así. La bestia también nos protege”. Al parecer, la MS-13 aún tiene muchos misterios por ser descubiertos.

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