El COVID-19 no da tregua y sigue avanzando en El Salvador como se tenía previsto. Este viernes, las autoridades del Ministerio de Salud confirmaron que el país alcanzó la Fase III de la pandemia. Y, con ello, se aplicarán algunas medidas e implicaciones que en las etapas anteriores no figuraban.

El ascenso de categoría corrobora que la propagación de la enfermedad ya es local, no únicamente a través de la exportación, y la cadena de transmisión comunitaria se amplía rápidamente entre la población.

Entre las nuevas disposiciones, y para evitar que los hospitales colapsen, se encuentra que los pacientes asintomáticos de COVID-19 serán enviados hacia sus hogares para que continúen con el tratamiento.

 “En la Fase III el manejo de la pandemia cambia en varios aspectos. Los pacientes asintomáticos leves van a ser dirigidos al hogar, con un seguimiento continuo”, detalló el ministro de Salud, Francisco Alabi.

De acuerdo con organismos internacionales, en esta etapa se deben aplicar medidas más severas con el fin de aplanar la curva de la enfermedad, la cual, con base en los últimos reportes que se comparan con otros países, dibuja un panorama alentador para El Salvador, aunque para lograr el objetivo se requiere del compromiso total de la población.

Hasta este viernes, en El Salvador se registran 2,278 casos confirmados de COVID-19, de los cuales 1,221 son activos. Además, se reportan 1,015 recuperados y 42 fallecidos.