Tras los recientes ataques en contra de agentes de la policía y miembros del  ejército, el presidente de La Republica aseguro que no cederá ante la lista de peticiones que han hecho llegar los cabecillas de pandillas para cesar la violencia en El Salvador.

El presidente también manifestó que a través del gabinete de seguridad ha girado instrucciones a la Policía Nacional Civil, la Fuerza Armada y los Centros Penales, para que se implementen las acciones que permitan contener esta amenaza delincuencial.

Aseguran que el incremento de violencia en los últimos meses de gobierno del FMLN son para presionar y «negociar» con el gobierno entrante de cesar la violencia a cambio de reflexiones.

Los delincuentes pretenden que el nuevo Gobierno implemente las siguientes medidas:

Aflojar las estrictas medidas de control penitenciario donde están recluidos los cabecillas de los grupos delincuenciales, para poder recuperar los contactos directos e indirectos con sus estructuras

Disminuir la operatividad policial y militar en el territorio, mediante las cuales se han debilitado sus estructuras de acción local y regional.

Según el comunicado de la presidencial, esta es «su oferta» para cesar la violencia a cambio de flexibilidades. Pero llama al Gobierno de Nayib Bukele a no dejarse chantajear.

El gabinete de seguridad ha asegurado que los cabecillas responsables de la violencia y el asesinato de policías y soldados serán capturados en el plazo más inmediato y la ola de violencia será contenida.

Finalmente llama a todas las instituciones del Estado, Asamblea Legislativa, Corte Suprema de Justicia, Fiscalía General de la República, Concejos Municipales, así como a todos los sectores políticos, religiosos y civiles de todo el país a cerrar filas contra la delincuencia y ponerse del lado de los soldados y policías que protegen al país de la amenaza terrorista.