La División de Seguridad Fronteriza de la Policía mantiene un patrullaje constante y mayor presencia en las terminales portuarias, aeroportuarias y en los pasos fronterizos con el propósito de combatir el delito relacionado con el flujo migratorio y el control fiscal.

Parte del trabajo de la Patrulla Fronteriza, lanzada en septiembre de 2019, es evitar el ingreso al territorio nacional de mercaderías de contrabando, por lo que está unidad mantiene dispositivos en las zonas cercanas a los puntos ilegales utilizados por los delincuentes.

De acuerdo al jefe de Operaciones de la División de Seguridad Fronteriza, subinspector José Castro, uno de los productos que más ingresan de contrabando al país es el textil,  principalmente por los pasos no habilitados en las cercanías de las fronteras San Cristóbal, en Santa Ana, y La Hachadura, en Ahuachapán.

Durante el 2019 las autoridades decomisaron 64,419 unidades de ropa con un valor de $332,095, mientras que en lo que va de este año, 10,160 piezas por un monto de 50,800 dólares.

En relación con los cigarrillos, el jefe policial dijo que este producto, tras su  ingreso, es comercializado en diferentes mercados y, según las investigaciones, sirve para financiar operaciones delictivas de grupos criminales.

Solo el año pasado decomisaron 21,157 paquetes de cigarros de diferentes marcas, con un valor económico de $602,974.50. De enero a la fecha de 2020 se  incautaron 1,401 paquetes por un valor de 39,928.50 dólares.

Otro punto importante es la incidencia del delito en la zona oriental, principalmente en los departamentos de Morazán y La Unión, por el ingreso de productos lácteos, donde existen, según el oficial, rutas preestablecidas con mercados que para su comercialización. 

El delito de contrabando de mercadería está tipificado en el artículo 15 de la Ley especial para sancionar infracciones aduaneras.