Una investigación del periódico digital El Faro que reveló que el diputado Guillermo Gallegos tiene a 10 familiares trabajando en la Asamblea Legislativa, levanto críticas y especulaciones sobre cuantos diputados más tienen en diversas plazas la Asamblea.

El presidente legislativo, Mario Ponce, fue abordado por diferentes medios y al ser cuestionado sobre si tomará cartas en el asunto con los familiares de los diputados, dijo que tenía «las manos atadas» y que no podría despedirlos.

Ponce explicó que de despedir a los familiares o levantar procesos sancionatorios contra los trabajadores de la institución, podría infringir restricciones de ley y sentencias de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

“No puedo remover a nadie, no puedo destituir a nadie porque hay leyes laborales que cumplir», dijo Ponce.

Señaló, además, que en casos anteriores una sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo ordenó el reinstalo de empleados que habían sido cesados.

«En esta Asamblea hay esposas de jefes policiales, de jueces, de periodistas… pero esto solo es la punta del iceberg… basta con moverse en los pasillos para darse cuenta», aseveró.