La liberación de tres mujeres presas por abortar aviva el debate sobre la despenalización en El Salvador

La liberación de tres mujeres presas por abortar aviva el debate sobre la despenalización en El Salvador

La liberación de tres mujeres presas por abortar aviva el debate sobre la despenalización en El Salvador

Cinthia Rodríguez celebró el jueves su cumpleaños por primera vez en libertad, después de pasar nueve años en la cárcel. La mujer de 32 años sufrió un aborto espontáneo en 2008 y tras un largo juicio las autoridades de El Salvador la condenaron en 2009 a tres décadas de prisión, acusándola de homicidio agravado en una nación en la que la interrupción del embarazo es ilegal en todos los casos.

Tras nueve años de batalla legal, la Sala Penal de la Corte Suprema salvadoreña falló a favor de Cinthia y otras dos mujeres, y conmutó sus penas tras afirmar que estas fueron desproporcionadas y que el sistema de justicia no tomó en cuenta otros elementos al juzgarlas, como su condición social o de salud.

Junto a Cinthia fueron liberadas del Penal de Ilopango a 12 kilómetros de San Salvador María del Tránsito Orellana y Alba Lorena Rodríguez, ambas también condenadas a 30 años de prisión por homicidio agravado.

Las tres mujeres se reunieron con sus familiares después de que las autoridades del Ministerio de Seguridad les informaran sobre su libertad en un acto público, un hecho cargado de simbolismo en un país muy conservador. “Las leyes contra el aborto son similares en El Salvador, Nicaragua u Honduras, pero en El Salvador hay un sector muy conservador que coludido con sectores religiosos se ensaña contra las mujeres.

Son muy beligerantes en perseguirlas”, explica Martha María Blandón, activista nicaragüense que ha trabajado durante décadas por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en Centroamérica. Blandón estuvo el jueves en el acto de liberación de Cinthia, María y Alba, que considera un “hecho extraordinario” porque por primera vez autoridades de alto nivel del país centroamericano declaran públicamente “que el Estado salvadoreño se equivocó, que el sistema de justicia fue negligente”.

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