Las Fuerzas de Defensa de Israel iniciaron una investigación para determinar por qué sus defensas aéreas no lograron interceptar un misil tierra-aire errante disparado desde Siria que cayó en el sur de Israel el jueves por la mañana.

El misil sirio explotó en el aire, enviando fragmentos que cayeron, con piezas que aterrizaron en la comunidad de Ashalim, a unos 40 kilómetros del reactor nuclear de Dimona, sin causar heridos ni daños significativos.

“Las Fuerzas de Defensa de Israel trabajaron para evitar un posible ataque a activos críticos del Estado de Israel. Se disparó un misil tierra-aire modelo SA-5, que pasó por la zona. Hubo un intento de interceptarlo, que no tuvo éxito. Todavía estamos investigando el suceso”, dijo el ministro de Defensa, Benny Gantz, en una conferencia de prensa en Tel Aviv.

Poco después de la 1:30 de la madrugada del jueves, aviones de combate israelíes realizaron una serie de ataques aéreos contra objetivos en el Golán sirio. En respuesta, las unidades de defensa aérea sirias dispararon un gran número de misiles antiaéreos, especialmente misiles SA-5, contra los aviones israelíes atacantes, según los medios de comunicación estatales sirios.

El radar israelí detectó que al menos uno de los SA-5 -también conocidos como misiles S-200– estaba en una trayectoria que lo haría aterrizar en el norte del desierto del Néguev, lo que activó las sirenas en la zona y llevó a las tropas de defensa aérea israelíes a disparar un misil interceptor contra el proyectil entrante.

Según las FDI, el interceptor no logró derribar el misil antiaéreo sirio, un enorme proyectil con una ojiva de 200 kilogramos (440 libras). El ejército dijo que estaba iniciando una investigación sobre el asunto.

Se recuperaron trozos del proyectil en Ashalim. Algunos cayeron en la piscina de la comunidad.

Los residentes de Jerusalén y del centro de Israel informaron de que sintieron las reverberaciones de una explosión. No estaba claro si fue causada por el impacto del misil sirio en el suelo o por el intento fallido de interceptación.

En respuesta al lanzamiento del misil tierra-aire, el ejército israelí llevó a cabo una segunda ronda de ataques aéreos en Siria, dirigidos a las defensas aéreas sirias, incluida la batería que disparó el SA-5 que impactó en el sur de Israel.

Los medios de comunicación estatales sirios informaron de que cuatro soldados resultaron heridos en el ataque israelí. Los medios de comunicación sirios informaron de que uno de los cuatro soldados murió en el ataque, aunque esto no fue confirmado inmediatamente por fuentes oficiales sirias.

Aunque están diseñados principalmente para interceptar aviones y proyectiles en el aire, los misiles SA-5 son capaces de causar un daño considerable si golpean el suelo en virtud de su gran tamaño.

En 2019, en un caso similar, un misil SA-5 sirio que fue disparado contra un avión israelí se estrelló en el norte de Chipre, causando una gran explosión y provocando un incendio.

Israel ha acusado regularmente al ejército sirio de disparar salvajemente grandes cantidades de misiles antiaéreos en respuesta a sus ataques.

El incidente antes del amanecer se produjo en medio de las tensiones máximas entre Israel e Irán, semanas después de un ataque contra el sitio nuclear de Natanz de Irán a principios de este mes, que ha sido ampliamente atribuido al estado judío. Irán ha prometido tomar represalias por el supuesto sabotaje israelí.

El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Hidai Zilberman, subrayó que los militares no creían que el incidente de la noche anterior fuera un ataque deliberado contra el país o su instalación nuclear.

“No hubo intención de atacar el reactor nuclear de Dimona”, dijo Zilberman a los periodistas.

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