En 1971 cuando cometer un crimen era firmar la sentencia de muerte, ese fue el castigo para el Sr. Victoriano Gómez Urrutia por haber asesinado a la señora María Magdalena Villegas y a la hija de ésta, María del Rosario Villegas de 5 meses, el día 29 de enero de 1961 en el Cantón San Andrés del departamento de San Miguel, procediendo después al robo. 

Su ejecución registrada por los medios fue visto como un espectáculo, donde fueron llevados varios estudiantes a presenciarlo, así como de pobladores aledaños, lo cual no sirvió de mucho para persuadir a los delincuentes. Este sería la última vez que se aplica la “pena de muerte” en El Salvador tras ser derogada.

Según la historia el juicio en su contra fue llevado a cabo por el juez Primero de lo Penal de San Miguel, Lic. José Estrada, en un tiempo en que se empecinaba por dar ejemplo público con el objeto de contener la ola de delincuencia que abatía a la ciudadanía.

Victoriano Gómez, a quien le decían “nariz de lata”, fue fusilado por un pelotón de Agentes de la Guardia Nacional, siendo el oficial a cargo de dicho pelotón un subteniente de apellido Velásquez, en el polígono de tiro de la 3a Zona Militar.

Según analistas -años después- el juicio contaría con varias violaciones al debido proceso, además de ser confusos los hechos imputados a Gómez Urrutia, este no contó con abogados defensores, la no verificación de la edad del acusado que pudo haberlo exonerado de la pena capital o, una sentencia basada en 3 testigos en contra por 2 a favor donde se declara la existencia de otro participante en los hechos, que respondería con el nombre Efraín Urrutia.

Imágenes publicadas por los medios del fusilamiento del reo Victoriano Gómez Urrutia, tras ser sentenciado a la “Pena Capital” tras cometer dos asesinatos, en San Miguel. 1971