“Hagamos un hombre a nuestra imagen, a nuestra semejanza”

En Rosh HaShaná, la porción de vida y sustento de toda persona está sujeta a renovación.

“Hagamos un hombre a nuestra imagen, a nuestra semejanza”

Rosh HaShaná, el año nuevo, conmemora la creación de la humanidad. Dios le dio a Adán un alma, distinguiéndolo de todos los otros seres vivientes, con su capacidad para hacer elecciones morales y construir una relación con el Creador.

En Rosh HaShaná, la porción de vida y sustento de toda persona está sujeta a renovación.

El Talmud dice que en Rosh HaShaná fueron respondidas las plegarias de las mujeres estériles –Sará, Rajel y Janá— en este día quedaron embarazadas de Isaac, Yosef y el profeta Samuel, respectivamente (la historia de Sará es la lectura de la Torá del primer día de Rosh HaShaná, y la historia de Janá es la Haftará).

Adán y Eva (3760 AEC)

El 1 de Tishrei —el sexto día de la creación —”Di-s dijo: ‘Hagamos un hombre a nuestra imagen, a nuestra semejanza; y que domine sobre los peces del mar, y sobre las aves del aire, y sobre los animales, y sobre toda la tierra…'” (Génesis 1:26). “Di-s formó al hombre de polvo de la tierra, e insufló en sus narices el aliento de vida; y el hombre se convirtió en un alma viviente” (Ibíd. 2:7). “Y Di-s tomó al hombre y lo puso en el Jardín del Edén para trabajarlo y cuidarlo” (2:15). “Y Di-s dijo: ‘No es bueno que el hombre esté solo. Le haré una ayuda frente a él’… Di-s hizo que un profundo sueño cayera sobre el hombre, y él durmió; y Él tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y Di-s formó de la costilla que había tomado del hombre una mujer, y la trajo al hombre. Y el hombre dijo: ‘Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne, ella será llamada Mujer, pues ha sido tomada del Hombre’. Por lo tanto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa; y ellos se convertirán en una sola carne” (2:18-24).

Primer Pecado y Arrepentimiento (3760 AEC)

El mismo día en que fue creado, el hombre cometió el primer pecado de la historia, transgrediendo el mandamiento Divino de no comer del “Árbol del Conocimiento del Bien y del mal”. Adán y Eva fueron expulsados del Jardín, y la humanidad quedó sujeta a la muerte, el trabajo y la confusión moral. Pero en ese día, el primer hombre y la primera mujer también se arrepintieron de su pecado, introduciendo el concepto y la oportunidad de teshuvá (“retorno”) en la experiencia humana.

Tercera Misión de la Paloma (2105 AEC)

El 1 de Tishrei, en el día 307 del Gran Diluvio, Noaj envió una paloma desde el arca por tercera vez (ver “En Esta Fecha” para el 17 y el 23 de Elul). Cuando la paloma no retornó, Noaj supo que las aguas del diluvio se habían retirado completamente de la tierra. En ese día Noaj quitó el techo del arca; pero él, su familia y todos los animales permanecieron en el arca durante otros 57 días —hasta el 27 de Jeshvan —cuando la superficie de la tierra estuvo completamente seca y Di/s les ordenó abandonar el arca y reestablecerse y repoblar la tierra.

Ligadura de Isaac; Fallecimiento de Sara (1677 AEC)

La prueba suprema de la fe de Abraham —su atadura de Isaac como preparativo para sacrificarlo por orden de Di/s —ocurrió el 1 de Tishrei del año 2048 desde la creación (1677 AEC), y es recordada cada Rosh HaShaná con el sonido del shofar (cuerno de carnero —un carnero fue sacrificado en lugar de Isaac cuando un ángel reveló que la orden de sacrificar a Isaac no fue más que una prueba Divina); el relato del evento de la Torá es leído públicamente en la sinagoga el segundo día de Rosh HaShaná. El día de la atadura de Isaac, su madre Sara falleció a los 127 años, y subsecuentemente fue sepultada en la Cueva de Majpelá en Hebrón.

“Hagamos un hombre a nuestra imagen, a nuestra semejanza”