El Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha iniciado el proyecto para rehabilitar los espacios del Centro Histórico de San Salvador, bajo un modelo de gestión que dará mayor protagonismo a las comunidades organizadas que habitan en la zona.

Este programa es parte de la inversión pública que se impulsa desde el Ejecutivo, enfocada en mejorar la atención social para la población y en mantener el ritmo creciente en la economía.

De acuerdo con el Ministerio de Vivienda (MIVI), el fin de semana recién pasado, los equipos emprendieron acciones de limpieza y ornato en el terreno en el que pronto van a erigir los edificios con los apartamentos.

“Este modelo cooperativo trabaja a través de la ayuda mutua para colaborar por el bien común. Además de construir viviendas, crean una nueva forma de vivir en comunidad con reglas claras y manuales de convivencia”, dijo la titular de Vivienda, Michelle Sol.

En esta etapa son dos cooperativas. Cada una está participando en la construcción de la infraestructura para albergar 32 viviendas cada una, de manera que son 64 familias beneficiadas en total.

Como parte del resultado, también tendrán áreas recreativas, comunitarias, zona para circulación y zonas verdes.

Como parte de la finalización, contarán con sus sistemas hidráulico y de acceso para el servicio de energía. El punto de referencia de estos proyectos es el terreno donde antes funcionaba el Viceministerio de Transporte.

Estas iniciativas para facilitar el acceso a un techo digno benefician con mucha frecuencia a madres solteras o jefas de hogar que, años atrás, vivían resignadas a estar excluidas del financiamiento y de la atención social. “Como Ministerio de Vivienda estamos creando políticas públicas para empoderar a las mujeres”, comentó la ministra Sol, quien también es presidenta del Fondo Social para la Vivienda (FSV) y del Fondo Nacional de Vivienda Popular.

Durante la gestión del Presidente Bukele, cientos de mujeres han conseguido acceder a la propiedad de terrenos y a un hogar con el que mejoran sus condiciones de vida, además de dejarles un patrimonio a sus descendientes. Estas historias son frecuentes en los casos de finca La Bretaña, comunidad Los Cocodrilos, los terrenos en el cementerio La Bermeja, Nuevo Israel, Los Angelitos y en otros sitios al interior del país.