Gana, el partido con el que Nayib Bukele llegó a la Presidencia, perdió el 50% de sus diputados en la Asamblea Legislativa tras hacer sus cálculos y verse como la segunda fuerza política en el órgano Legislativo después de Nuevas Ideas.

Según datos este partido esperaba ocupar al menos 15 escaños, cinco más de los que ya tenía sin embargo los resultados fueron otros y el partido al igual que las otras fracciones también perdió diputados logrando posicionar solo a cinco de sus representantes.

Nuevas Ideas logro 56 escaños lo que significa que el presidente Bukele no necesitará de otros partidos pequeños, ya que tiene la mayoría absoluta en la Cámara, estas cifras marcaron el hundimiento de los partidos tradicionales, la izquierda del Frente Farabundo Martí (FMLN) y la derecha de la Alianza Nacional Republicana (Arena), en quienes la población salvadoreña ya no confía.

La victoria del presidente Bukele, es la más contundente lograda por un partido político el país, es la sepultura del modelo surgido tras la guerra civil (1980-1992) en la que el país se convirtió en un sangriento tablero de la Guerra Fría, con el FMLN y Arena como bandos contendientes.

Desde entonces y ya en democracia, ambas formaciones se han alternado en el poder sin resolver ninguno de los principales problemas del país.