Nuevos datos siguen saliendo a la luz sobre los supuestos pactos entre políticos y miembros de pandillas. Diferentes líderes de las principales pandillas del país ayudaron a Mauricio Funes para que ganara las elecciones presidenciales de 2019, según investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR).

En el 2009, el partido de izquierda que surgió de la exguerrilla dejó atrás 20 años de hegemonía del partido Arena. Sin embargo, detrás del histórico triunfo en primera vuelta hubo negociaciones oscuras; así lo contempla un requerimiento presentado en la Asamblea Legislativa por la FGR.

Según El Urbano News, aseguro que tuvo acceso al requerimiento que se presentó ante el parlamento para solicitar el desafuero del diputado, Norman Quijano. Dicho documento contempla que Arena, FMLN y Gana se reunieron con líderes de pandillas.

Los vínculos entre pandillas y el Ejecutivo iniciaron en el año 2013, durante el mandato de Francisco Flores. Sin embargo, los nexos se consolidaron previos a las elecciones del 2009, donde los líderes de pandillas decidieron apoyar al FMLN.

Tras una serie de exigencias por parte de familiares de privados de libertad, el partido de izquierda. Según la FGR se negoció el respaldo político a cambio de una serie de beneficios en los diferentes centros panales.

El FMLN ofreció aumentar el tiempo de visita en los penales, visitas íntimas, permisos para ingresar objetos ilícitos, traslados de reos y otra serie de facilidades a cambio de tener todo el respaldo de la Mara Salvatrucha y la Pandilla 18 en las facciones Sureños y Revolucionarios.

Tras el pacto acordado, ambas pandillas dieron todo el respaldo electoral al FMLN, por medio de votos de los miembros de la estructura, sus familiares y la población común que residía en las comunidades controladas por la estructura. Los pandilleros amenazaban a la población para que respaldaran la candidatura de Funes.

En 2012 se orquestó la llamada Tregua entre Pandillas, coordinada por Raúl Mijando y el sacerdote Fabio Colindres como intermediario entre el Gobierno y los líderes de las pandillas. Este nuevo pacto otorgó mayores beneficios a los pandilleros recluidos en los diferentes penales del país, a cambio de reducir el índice de homicidios.

Recientemente la FGR acusó formalmente a Arístides Valencia, exministro de Gobernación y; Benito Lara, exministro de Defensa; por negociar y entregar $150 mil, respectivamente a las pandillas.