El turismo en los cementerios, conocido como necroturismo, es precisamente un recorrido que se realiza en horas nocturas. En esta ocasión alrededor de 300 personas, caminaron por las veredas del cementerio de Los Ilustres, en esta capital, acompañados por policías de la División de Turismo (POLITUR), a fin de que los participantes conocieran más detalles sobre esta visita cultural.
El cementerio Los Ilustres, situado en el corazón de San Salvador, contiene más de 400 sepulcros donde descansan los restos de importantes personalidades de la vida nacional, como lo son jefes de Estado, políticos, artistas y otros, y cuya historia es relatada a los asistentes a esta visita nocturna.
El objetivo de la actividad, según dijo el comisionado Vladimir Cáceres, jefe de Politur, es que los asistentes conozcan sobre la historia que guarda este lugar y la información de las personas que ahí descansan, así como de las construcciones elaboradas para sus descansos; unas verdaderas joyas arquitectonicas con detalles coloniales que llaman mucho la atención.
Esta actividad, la ha realizado Politur desde el año 2008, de manera gratuita, e inició con un grupo de 40 personas, con el objetivo de contribuir al rescate de la identidad y los valores culturales de El Salvador, por lo que la seguridad nocturna está garantizada para los participantes.
Al lugar llegaron familias de diferentes lugares del país, emocionados y a la vez sorprendidos por el necroturismo, lo cual forma parte del turismo nocturno, y por la riqueza histórica que guarda el lugar.
Por su parte, Mariela Torres, directora ejecutiva de la Asociación Agencia para el desarrollo económico local del departamento de Sonsonate, dijo ser la primera vez que forma parte de esta actividad, agradecida con la gestión hecha por Politur, ya que se hacía acompañar de varios empresarios de los municipios de Izalco, Cuisnahuat y San Julián, con productos de la zona.
Este turismo nocturno, organizado por la División de Policía de Turismo, inició con un grupo de 40 personas, quienes visitaron la plaza Morazán, el Teatro Nacional y el edificio que alberga a la Policía Nacional Civil (PNC), conocida como "El Castillo”, donde de igual manera un historiador narró datos muy importantes sobres estas tres joyas arquitectónicas.
