Esta es la triste historia de un agente de la PNC, quien murió a mano de unos delincuentes después de enamorarse de la exmujer de un pandillero.

Conozca la conversación de Whatsapp entre un pandillero y la novia de un policía para que se lo entregara en una colonia de Apopa

Esta es la triste historia de un agente de la PNC, quien murió a mano de unos delincuentes después de enamorarse de la exmujer de un pandillero.

 

 

La conversación de Whatsapp de un pandillero de los 100 más buscados con la madre de su hijo permitió a la Fiscalía establecer la forma en la que ambos se aprovecharon de la relación que la mujer sostenía con un policía que fue asesinado por el delincuente en febrero de 2016.

Alfaro, alias “Tony” se comunicó con su expareja mediante mensajes de WhatsApp, para explicarle la forma en la que tendría que actuar para que él junto a otros dos pandilleros pudieran asesinar al agente.

Afrodita (nombre brindado por la Fiscalía) regresaba de su trabajo cuando recibió una llamada del agente Alas para proponerle una salida y mientras caminaba percibió de reojo que varios pandilleros de su colonia le seguían el paso.

La mujer, que no dejó de platicar sobre la cita, fue vigilada por los delincuentes que tenían como misión constatar el momento en el que se iba a ver con su nueva pareja con el objetivo de someterla para que se los entregara.

A continuación, la conversación:

-“Hola, ¿Qué tal?”, fue el mensaje primer mensaje que Afrodita recibió el 24 de febrero de 2016. Era “Tony” que sin tanta vuelta le preguntó: -“¿Con quién salís?”.

Afrodita no respondió los cuestionamientos del padre de su hijo quien le insistió: -“¡Ey!, ¿Cómo está eso de ese perro (policía)?.

-“¿Cuál perro?”, le repreguntó la mujer que comenzó a temer.

-“No te hagas la pendeja, que bien sabes de lo que te estoy hablando. ¿Desde hace cuándo estas saliendo con ese perro?”, continuó.

-“Nunca he salido con él”, le dijo para luego aclarar: “solo habló por teléfono”.

-“Entonces, me lo vas a entregar”, le exigió el pandillero.

-“No puedo hacer eso”, argumentó la mujer.

-“Yo no tengo nada con ese flojo pero la verdad es que esos perros mataron a “Tabo” y tenemos que vengar su muerte”.

Los mensajes seguían llegando uno tras otro y la mujer se sentía entre la espada y la pared ya que no le daban otra opción.

-“No me voy a prestar para eso”, insistió angustiada.

-“Nada te va a pasar, siempre y cuando me lo lleves a un lugar que yo te voy a decir”, advirtió "Tony" tratando de ganarse su confianza y tranquilizarla.

Ante el silencio de Afrodita, el delincuente pasó a las amenazas: 

-“No es una opción la que te estoy dando. Llévalo a un lugar que te voy a decir sino tu familia sufrirá las consecuencias”.

-“Mira, rebúscate para entregarlo”, fue el último mensaje que Afrodita recibió.

Entre la espada y la pared

Era 25 de febrero, los nervios dominaban de la mujer que aparentó realizar sus quehaceres con normalidad, se fue al trabajo y seguía mensajeando con el agente acordando verse luego del trabajo el centro comercial Unicentro, un lugar estaba cercano a su trabajo.

Las horas pasaban y el momento que la mujer temía estaba por llegar, pero durante el día su hermana le escribió para decir que su hijo estaba enfermo y que necesitaba llevarlo de urgencia al médico; la mujer afligida pidió permiso a sus jefes y fue directo a su casa. En ese momento le dijo a su novio que necesitaba cambiar la fecha de su cita porque su hijo estaba enfermo, este aceptó sin vacilación.

En ese instante un pandillero conocido como “Beto” llegó a su casa y le dijo, en una frase corta y con un tono amenazante: “Tienes que traerlo a donde Tony”.

Ella le contestó: “Mi hijo está enfermo” y al mismo tiempo el pandillero le contestó “No, nos des paja ándate para tu trabajo. Ya sabes lo que tienes que hacer”.

El teléfono de Afrodita volvió a sonar:

-“Regresa a las 9:00 de la noche. y lleva a ese perro mal nacido”, decía el nuevo mensaje de “Tony” que ella no contestó.

-“Llévalo al adentro del parque de la colonia, hasta la cancha. Si no te parece, vas a terminar como Fátima (mujer que fue asesinada meses atrás por no colaborar con la pandilla)”, concluyó su expareja.

La  mujer no tuvo otra alternativa  que  dejar a su hijo enfermo al cuidado de su hermana, agarró sus cosas y le escribió al policía para decirle que siempre deseaba verlo.

La entrega

Eran las 9:00 de la noche. y la pareja estaba a pocos minutos de encontrarse. El agente dijo sentirse emocionado de verla sin saber lo que estaría a punto de suceder, una vez juntos se abrazaron y la mujer se subió en su motocicleta hasta la colonia donde vivía.

Afrodita le explicó que “no quería que le pasara nada” por lo que le dijo que la dejara lejos de la vivienda, él acepto. Esa noche Mauricio, montado en su moto, le dijo que la notaba nerviosa, pero esta lo negó. Se volvieron a abrazar, se despidieron y ella comenzó a caminar en dirección contraria.

La mujer pensó que su novio se había librado de la muerte, sin embargo, al mirar sobre sus hombros observó que un carro se le acercó y de este salieron varios sujetos que sin mediar palabras lo asesinaron descargando varios disparos sobre su rostro. Murió inmediatamente.

En agosto de 2018, las autoridades reportaron la captura de Alfaro quien en estado de ebriedad intentó engañar a agentes policiales a quienes les entregó un DUI falso en un control vehicular ubicado sobre el bulevar Constitución, en el municipio de Mejicanos.

El Juzgado Primero de Sentencia de San Salvador realizó el juicio en contra de Alfaro Sorto, de 25 años de edad, y Óscar Balmore Gaytán Villalobos, de 35, quienes fueron encontrados culpables por el homicidio del policía destacado en San Bartolo.

 

Esta es la triste historia de un agente de la PNC, quien murió a mano de unos delincuentes después de enamorarse de la exmujer de un pandillero.